Por: Mami invitada, Gaby Caro
Vi la propuesta de permitir escribir y publicar la historia de mi parto y sin duda alguna supe que lo tenia que hacer (y es mi segunda vez). Mis dos remolinos, uno de casi 5 años y mi peque de casi 1, han venido a cambiar mi mundo y su manera de llegar no fue excepción.
Vi la propuesta de permitir escribir y publicar la historia de mi parto y sin duda alguna supe que lo tenia que hacer (y es mi segunda vez). Mis dos remolinos, uno de casi 5 años y mi peque de casi 1, han venido a cambiar mi mundo y su manera de llegar no fue excepción.
Esta es la historia de la llegada de Elian, mi segundo bebe. Sí ese del que dicen que ya sabes todo, como y por donde, aja.
Mi fecha probable era 20 de junio y muy atinado uno de mis ángeles ginecólogo de profesión, así fue. Les cuento brevemente, hace 5 años llegó Antonio, mi primer maravilla, tuve un parto vaginal muuuy difícil. Tenia 20 años, no me informé en lo absoluto, mi ahora esposo y yo, no le dimos importancia, ya sea por inmadurez, falta de información o lo que sea todo lo hicimos al revés y por muchos años cargué ese sentimiento de culpa que en la actualidad me pesa en el alma.
Antonio nació en Estados Unidos donde manejan protocolos muy estrictos, estuve mas de 36 horas en labor de parto, con epidural, oxitocina y todo lo demás que se les pueda ocurrir, conectada a monitores sin la mínima posibilidad de moverme a mis anchas, y yo, sin el mínimo valor de pedirlo. De pronto llegó el momento de pujar pero era demasiado tarde, mi bebe ya había hecho todo el trabajo difícil, hizo popó dentro y tragó meconio, con esto le vino una neumonía y estuvo 10 días más en el hospital. Me sentí horrible salir del hospital sin mi bebé, en otro país lejos de mi casa, mi gente, mi apoyo, lo único que quería era que mi bebé sanara y estrenara el hogar que le teníamos preparado su papá y yo con tanto amor en México. Esos 10 días fueron eternos para mi. Mi bebe no recibió la leche materna que ahora me hubiera gustado haberle regalado, no lo tuve pegadito a mi el tiempo necesario, sus primeros días de vida. Por el lado positivo fue un momento inolvidable la llegada de mi niño aunque tuve mi enseñanza y juré no tropezar con el mismo error.
Con Eliansito fue totalmente distinto. Al momento de saber que estábamos embarazados yo ya tenia la fuerte convicción de como quería mi parto, sano, natural, digno, lleno de besos y abrazos, en México, en AGUA, quería sentirlo de pies a cabeza.
Para entonces ya tenia en la mira el lugar perfecto para que me guiaran y así poder realizar mi sueño, se cruzó en mi camino otro ángel llamado abuela Georgina, doula de profesión y amiga de alma, que me dió la fuerza y las herramientas que tanto anhelaba.
A partir de las 16 semanas, empecé a ejercitarme haciendo yoga y pilates, después un curso psicoprofiláctico en parejas donde mi esposo más que nunca se involucró en mi, mis sentimientos, mi cuerpo, en la bella transformación tanto hormonal como física que te da el embarazo, en todooo estaba inmiscuido.
Llegó junio y con él mi ansiedad de esperar el momento indicado, esa señal que te da el maravilloso cuerpo de la mujer, donde te dice: vamos!!! es el momento de darle la bienvenida a ese ser que ha vivido contigo y de ti durante 9 meses. Y al fin llego, wujuuu EMPEZARON LAS CONTRACCIONES!!!! las de verdad, nunca me había sentido tan ansiosa de que me llegara el dolor, me sentía feliz. Fue un martes 19 de junio, cuando empezaron esos leves piquetitos, después salio el tapón mucoso y grite YEEEIII!!, ese mismo martes practiqué mi hora y media de yoga a lado de mi esposo, fue un momento muy especial, me tomé el té de chocolate y unos chochitos homeopaticos. Por la tarde me fui a caminar a un parque con mi hijo, mis papas y mi esposo. Abuela Georgina siempre al pendiente del teléfono.
Ese martes por la noche continuaron más intensas las contracciones, yo seguía en mi casa, con mi hijo dormido en su recamara, yo, tranquila. Georgina en todo momento pendiente de mi por el teléfono o por facebook, mi esposo se quedó dormido recargando pilas para el momento en que verdaderamente lo iba a necesitar, y yo en plena madrugada me quedé en santa paz, con un chorro de agua casi hirviendo sobre mi espalda, conectándome con mi bebé, relajada, enfocada, transmitiéndole seguridad y disfrutando cada una de las contracciones que cada vez iban en aumento, fue un momento mágico. Esperé a que saliera el sol para ir al hospital, como a eso de las 5 am, y eso porque Georgina me recomendó que lo hiciera antes de que fuera insoportable para mi moverme así tan libre o siquiera sentarme en el carro, y así pasó, en cuanto puse un pie en el hospital, las contracciones se apoderaron de mi cuerpo y de mis movimientos, me dio hambre, me comí una manzana, como a la media hora llegó Geo, que ya tenia instalada la alberca desde un día antes en ese hospital que ella consiguió, sin luces de estadio, casi a velas, sin ruido, donde no había ni un alma, solo una enfermera, mi esposo, mi doula, mi bebé y yo. Geo me recomendó que la enfermera me hiciera el tacto porque yo sentía ya mucha presión, me tocó y dijo: huuuuy no todavía te falta mucho!!... yo quede con cara de O.O queeeeeeé?? osea en verdad me falta tanto?? ya mis contracciones hacían ruido por dios!!! SI DOLÍA.
A la hora llegó mi ginecólogo y me volvió a hacer el tacto, se iluminó mi cara cuando dijo estas en 8 y medio casi 9, reventaré la bolsa, en cuanto lo hizo me metí a la alberca con dolores mucho más intensos, cada 3 minutos, sentía que una parte de mi levitaba se iba a otro lugar, me perdía, se apoderaba de mi algo que no era yo, el doc sorprendido porque se acababa la contracción y yo seguía en el cotorreo como si nada pasara, yo no recuerdo. Mi esposo siempre ahí a un lado queriendo con masajes quitar mi dolor, dice que lo mordí, lo aruñé y le dije dos o tres malas palabras, pero la verdad, no recuerdo. Alrededor de las 7 am ya no podía más con el intenso dolor y me angustiaba mucho la idea de que mi bebé o yo nos cansáramos, pero oh sorpresa!! me senté en el agua tibia, mi esposo frente a mi, sentí un ardor como nunca, mi cuerpo se partía, empuje desde el fondo de mi alma, Elian asomo su cabeza al mundo, la toque, espere la siguiente contracción, y volví a pujar con todo mi ser, y fue ahí donde sentí cada uno de sus huesitos pasar por mi cuerpo, llego al mundo a las 7:20 con su padre dándole la bienvenida, fue MARAVILLOSO, fue un sueño, el dolor desapareció. Mi esposo lo sacó del agua con lagrimas en los ojos y en ese mismo instante me lo colocaron en mi pecho aun conectados por el cordón umbilical siendo un solo ser, traía una vuelta en su cuellito pero inmediatamente lo quite. Lo olí, lo abracé, estuvimos en el agua alrededor de 10 minutos, disfrutándolo, conociéndolo, dándole la bienvenida que tanto planeamos y de la que estúpidamente me perdí con mi primer hijo. En ese momento supe que fue el parto perfecto, ese mismo día por la tarde estaba en casa presentandolo con su compañero de vida, su hermano mayor, que lo recibió con un abrazo fuerte y un besote en su delicada mejilla. Al mes yo ya tenia mi vida normal y me siento mamífera en toda la extensión de la palabra, un mujerón por haber logrado mi parto humanizado, por haber confiado en mi cuerpo, por haber ignorado esos comentarios de: "no te hagas la macha" "pide epidural no te aguantes, no sufras", por haberle regalado a mi hijo la mejor de las bienvenidas. Está a punto de cumplir un año y es gracias a Dios un bebé muy sano, inteligente, intrépido, a sus once meses comenzó a caminar, tiene 8 dientitos, es un tierno con mamitis y yo sigo disfrutando el poderlo alimentar a la hora que él desee, prendidito a mi, mirándonos. Sin duda amé mi parto y me gustaría que al igual que yo, las mujeres se informaran y experimentaran esta bella bienvenida al ser que amarán por la eternidad.
Por: Mami invitada, Gaby Caro
Que hermosa historia de amor, mi primer parto fue un tanto traumatico sin embargo, gracias a todas las mamis de crianza, en especial de Pau la embracilada, he dejado los sentimientos negativos atrás y ahora pienso que mi proximo parto no tiene porq ser igual, al contraeio, con tu historia me qeda mas q claro q todos los partos son diferentes. Gracias por compartir!!
ResponderEliminarMuchas gracias que linda, me llena de felicidad que mis palabras te alienten y conviertan tu experiencia traumatica en algo positivo, las cosas por algo pasan y si la vida, el destino, lo que sea te mando esa experiencia buena o mala, fue para hacerte mas fuerte, no te rindas!!!
Eliminarque bonita historia me gusto mucho!! yo tambien quiero mi segundo que sea parto en agua, tu bebe esta hermoso gracias por compartir tu historia.
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