Una
de las preguntas que mas he leido, escuchado o me han preguntado es: ¿como le haces
para viajar con tu bebé? Y me piden que les den consejos ya que tengo un poco
de experiencia viajando en avión con mi hija (ha viajado 9 veces en avión en su
dos años de vida) y también en carro, pero ese será un articulo diferente. Una de
las preguntas que mas he leido, escuchado o me han preguntado es:
Tengan
en cuanta que todo bebé es diferente y cada quien conoce a su bebé mejor, pero
a continuación les ofrezco unos consejos que me han ayudado a mi para hacer el
viaje con tu hijo o hija un poco mas fácil.
La
mejor edad para viajar en mi opinión es de recién nacidos al primer año (o
hasta que camine porque en este momento van a estar corriendo por el pasillo J) , pero con paciencia tu viaje
puede ser placentero.
·Yo trato de comprar vuelos que serán durante sus horas de siestas o en
la noche cuando se que lo mas seguro es que mi hija se duerma. Claro esto no es
lo mas fácil porque algunos vuelos solo existen a ciertas horas, pero si tienes
la oportunidad de escoger, esto seria mi mejor consejo.Hemos tenido vuelos a las 9 am y mi hija
apenas se acaba de despertar, obvio no se va a quedar dormida en ese vuelo.
También hemos tenido vuelos a las 12 pm y se que a esa hora ya le toca la
siesta a mi hija asi que probablemente duerma durante el vuelo.
·Trata de que no se duerma tu bebé antes de que se suban al vuelo. Yo trato
de mantener despierta a mi hija en el aeropuerto, juego con ella, la llevo a
caminar, etc., para cansarla, para que en el momento que se suba al avión ya
este lista para una siesta. Si, ha habido veces que ya no aguanta y se queda
dormida antes de abordar, tampoco le niego ese placer, pero si pueden
atrasárselo tantito sin que se moleste, se los recomiendo.
·Ya en el avión siéntate en la ventanilla, esto es por si te toca volar
con una persona desconocida y quiere levantarse a caminar o ir al baño, no te
estará pidiendo que te muevas para salirse del asiento y pueda despertar o
molestar a tu bebé.
·Amamanta o dale su biberón durante el despego y el aterrizaje, esto
evitara a que se le tapen los oídos por la presión de los cambios de altura.
Igual y con ese alimento se llegan a dormir J .
·Si le compras el boleto de avión a tu bebé y están agusto en sus
sillas de carro, llévate la silla en el avión.Primero asegúrate que la silla este hecha para acomodarse en el asiento, algunas no están. Tu bebé se sentirá agusto en un lugar familiar y dormirá
mejor.
·Si no llevas silla de carro en el avión, llévate un rebozo o cangurera comoda. Con
el rebozo o la cangurera, mi hija se siente segura, calientita, se queda pegada
de mi durante el vuelo o hasta durante sus siestas y no me canso mis brazos por
estar cargandola, todavía tengo movilidad para leer un libro o revista.
·Lleva en tu pañalera juguetes, libros para leer (unos nuevos para que
se entretengan) y libros para colorear, con eso hasta tu te entretienes.
Nosotros no tenemos tabletas ni nada asi pero si tu hija o hijo están mas
grandes y planeas llevar una tableta, bajen películas o programas que sean
nuevos o que no hayan visto antes. Es buen plan b, especialmente para los
viajes largos.Nosotros usamos nuestro
teléfono, pero son muy chicos, creo que necesitamos invertir en uno un poco mas grande ;).
·Lleva comida o snacks!
·Levántate a caminar con tu hijo o hija, que se estiren, nomas
asegúrate que no molesten a otras personas que están dormidas o
descansando.Si hay espacio con asientos
disponibles, preguntale a la aeromosa si esta bien si te cambias por un rato a
un asiento con 2-3 espacios abiertos, asi tendrán espacio para jugar, moverse,
reírse, comer, etc.
Extra:
Si le
das leche a tu hijo en biberón estas son tus opciones:
1.Si le das leche que te sacaste,
puedes llevarla ya en tus biberones, yo lo que hago es les pongo hielo para
mantenerla fría y llevo una mini hielera si tengo espacio y luego les pido a las aeromosas si las puedo poner en sus
hieleras, en el aeropuerto te dejan pasarla, regularme no te dicen nada pero si
te sientes agusto llama a tu aerolínea o aeropuerto y pregunta bien cuales son
los requisitos.
2.Si das formula, puedes llevarte
una hecha (pero recuerda que hecha solo dura 1 hora). Llevate la formula y
compra agua en el aeropuerto.
3.Lleva las leches en los
biberones, es la única forma que no te la quitan.
4.Si te vas a sacar leche durante
el vuelo, habla con las aeromosas para que te den tiempo suficiente en el baño
para sacarte leche. O si no te molesta en tus asientos llévate un saca leches
manual. Yo me llegue a sacar en el baño y en mi asiento, nomas que el ruido que
hace el saca leche y el silencio total del avión me hizo sentir un poco incomoda
jaja.
Si das
pecho, ¡que NUNCA te de pena alimentar a tu bebé en el avión!
Espero que les ayuden estos consejos en su próximo viaje, si tienes otras preguntas o quieren compartir sus experiencias por favor de escribirlas en la sección de comentarios.
Destete significa quitarle el pecho al bebé, dejar de
amamantarle.
Hace unas semanas atrás me sentía súper cansada; el trabajo,
el estrés, 1 año 8 meses sin descansar bien por las noches entre otras cosas
así que decidí empezar a destetar, sinceramente no pensé que fuera tan difícil.
En cuanto lo dije fue como si un vacío empezara a apoderarse de mí, quería
llorar, sentí miedo, ansiedad, lo sentí lejos de mí; fue en ese momento en el
que me di cuenta que aún no estoy preparada.
Es fácil decirlo, es fácil decir “ya está grande para que
sigas dándole chichi” “ya no le des, ya no le sirve de nada” pero créanme no es
NADA fácil hacerlo y tampoco lo es escuchar todo eso. “Para los expertos, ya no
hay ninguna duda de que la leche materna siempre es el alimento más completo
para el bebé y que continúa aportándole protección inmunológica sin perder
calidades a pesar de que pase el tiempo”
Aunque la mayoría de las madres afirmen que el mayor
obstáculo a la hora de continuar amamantando lo constituye la opinión de los
demás; puedo decir que ese no es ni fue mi problema. El principal motivo de
querer destetar es el cansancio.
He intentado destetar de forma lenta y gradual ya que es lo
más sano para ambos, de esa forma nos vamos preparando. Entendí que dejarlo llorar un poco no
funciona y decidí no arruinar todo lo hermosa que ha sido esta experiencia,
tampoco arruinaré los beneficios psicoemocionales que le han traído solo por
querer destetar así que, decidí adoptar una mejor actitud, opté por un destete
que nos brinde los mismos beneficios emocionales que el amamantar, lleno de
tacto, de afecto, de cercanía, de confianza, de respeto, de amor.
Por ahora me encuentro en el punto en el que estoy empezando
a identificar las situaciones en las que él quiere mamar, si es por sed, por
sueño, porque esta aburrido, porque quiere a su madre solamente ¿para qué? Pues
creo que eso me permitirá satisfacer la necesidad que este demandando en ese
momento, si es por sed ofrecerle agua, si es por sueño leerle un cuento o
abrazarle y arrullarnos, si es por querer estar conmigo ponerme a jugar con él,
y así sucesivamente.
Si estás pasando por algo similar, encontré estos tips que
pueden funcionar:
“Muchas madres han
encontrado en las siguientes sugerencias una buena forma de facilitar el
proceso:
- Ofrecer regularmente
alimentos al bebé para minimizar su hambre y sed. Y adelantarnos con un buen
sustituto (procurando que sea lo más nutritivo posible) cuando se nos acerca
con ganas de mamar.
- “ No ofrecer, pero no negar. No le des el
pecho si no te lo pide, intenta que se distraiga con otras cosas: pero cuando
lo reclame, no dudes en dárselo enseguida. Cualquier intento de salirte por la
tangente sólo llevará a que insista más.
- Un cambio de rutinas
diarias. Seguro que hay lugares y momentos en los que te pide más el pecho.
Piensa en ello y por ejemplo, procura no sentarte en la silla que habitualmente
lo haces para darle de mamar. Y si te pide el pecho cada vez que se despierta
por la noche o en la siesta, que sea papá el que le ayude a conciliar
nuevamente el sueño o lo levante por la tarde y lo lleve a pasear.
- Si el bebé pide más
cuando está en casa y está más distraído en otros ambientes, procurar durante
el destete planear largos paseos y visitas a lugares donde vaya a estar
entretenido. Si resulta ser al contrario, procuraremos pasar una temporada
tranquila en casa y mantener al mínimo las distracciones.
- Limitar las tomas
del pecho. Cuando el bebé ya nos entiende muy bien incluso, puede funcionar
contar hasta un número determinado. Por ejemplo decirle: “ Vas a chupar un
ratito y contaremos sólo hasta 20 ¿vale?”. Si insistimos un poco y hacemos
siempre lo mismo, observando que el niño/ no se lo tome demasiado mal.. poco a
poco se puede convertir en un destete muy bien planificado, sobre todo cuando
ya tiene más de 2 años.
- Intentar dejar para
lo último las tomas de pecho más importantes para él/ella, éstas suele ser las
de antes de dormirse, en la noche y por la mañana al despertar.
Si nos escuchamos a
nosotras mismas y somos sensibles con las señales de nuestros bebés, estamos
seguras de nuestra decisión y no sentimos ningún tipo de culpabilidad, es menos
probable que el bebé tenga problemas en esta etapa y seguro que estaremos
actuando de la manera más acertada. Un destete gradual y con amor es reconocer
que la lactancia es mucho más que leche”
El destete es el final
de esa proximidad tan íntima que proporciona la lactancia y culmina un periodo
en la vida de la madre y el bebé, una experiencia como ésta merece un final
feliz para ambos. Respétense.
¿Cómo puede ser que no se hable todo lo que se debería en los medios de comunicación y en la sociedad actual de la Crianza con Apego y sus beneficios?
La Crianza con Apego no interesa porque...
... La industria farmacéutica se vería afectada por el descenso del consumo de las leches artificiales, productos para aumentar las defensas de los niños y otros medicamentos, ya que los bebés serían amamantados con lactancias prolongadas.
... Los fabricantes de biberones y chupetes serían sustituídos por los pechos y brazos de unas mamás amorosas.
... Tampoco serían necesarias cunas gracias al colecho, ni los intercomunicadores con cámara y quizás se podría prescindir en muchos casos de carritos caros de diseño apostando por el porteo de los bebés, algo que también contribuiría a abaratar las inversiones de los "derrochadores" padres primerizos o experimentados.
... Las guarderías estarían vacías de niños, ya que podrían disfrutar de unos primeros años de crianza exclusiva por sus papás. Por lo que no serían un negocio nada rentable.
... Las mamis cocinarían sanos y gustosos platos para toda la familia de los que por supuesto iniciarían su alimentación complementaria los niños y por lo tanto se desmontaría el negocio de los potitos y todos los productos prefabricados para bebés.
... Se dejarían de vender ciertos best sellers duerme-niños y por lo tanto dejarían de llorar noche tras noche ante la impasibilidad de sus progenitores.
... Las cadenas televisivas no harían su "agosto" con programas donde se "adiestran" menores y las mismas "menores" convertidas en madres son mangoneadas como si no tuvieran voz ni voto sobre sus propios hijos.
En resumen, podría seguir buscando motivos por lo que se sigue apostando por la crianza del desapego, de la "independencia" infantil a toda costa, pero quizás todas la conclusiones se resumirían al final entorno a temas económicos y eso es algo que no es digno de admisión para los que hacen apología de ello, porque como dice cierto anuncio publicitario, "hay cosas que no tienen precio".
Ya llegó el calorcito mamis y papis y se hace cada vez más y más presente por eso no se les olvide hidratar bien a sus bebés pues corren el riesgo de deshidratarse...
Hace unos días mi botarguin estaba muy inquieto y lo sentía muy caliente, me asuste y corrí al hospital... afortunadamente no era nada, estaba un poco caliente de su cuerpo (37.5°) pero no corría ningún riesgo, solo tenía que monitorearlo. Hasta el momento todo ha estado bajo control, me recomendaron mantenerlo en pañalito y bañarlo con agua no muy caliente <3
Y ustedes papis y mamis ¿ya saben cómo identificar si sus hijos estan deshidratados?
Me puse a investigar porque está haciendo mucho calor y mi pequeño es muy caluroso, suda y suda a cada ratito, y estó fue lo que encontré:
La deshidratación significa que el bebé no tiene el liquido suficiente que necesita su cuerpo. Puede ser porque esté vomitando mucho, tenga diarrea, presente fiebre o transpira mucho.
Nuestros bebés estan mucho más expuestos porque estan pequeños por eso es muy importante estarlos monitoreando.
¿Cómo podemos saber que nuestros bebés estan deshidratados?
Hay algunos puntos que podemos tomar en cuenta:
Pasa mas de seis a ocho horas sin mojar el pañal.
Tiene orina de color amarillo oscuro en el pañal y huele más fuerte de lo normal.
Está aletargado y sin energía.
Tiene boca y los labios secos.
No le salen lágrimas cuando llora.
Si crees que tu bebé esta deshidratado llevalo o marcale a su doctor para que lo pueda atender o te pueda orientar para que juntos puedan contrarrestar la deshidratación.
Una de las recomendaciones de los doctores para niños menores de 3 meses es que si tu bebé está levemente deshidratado le des leche materna (o formula, dependiendo el caso), que lo alimentes con mayor frecuencia (con menor cantidad).
Si tiene más de 3 meses te pedirá que le des más liquidos ya sea leche materna u otros liquidos que cotengan la cantidad de electrolitos que tu bebé necesita.
El doctor de tu bebé te pedirá que le des cierta cantidad de liquidos, dependerá del peso y la edad del bebé.
¿Cómo evitar la deshidratación?
Es importante que le des muchos líquidos a tu bebé, especialmente los días mas calurosos y cuando esté enfermo. Sigue dándole de tu leche materna y/o formula segun el caso (en Crianza Alternativa recomendamos cien por cien que lo amamantes pues la leche materna tiene muchísimas propiedades a comparación con la de formula, esm ucho mejor! (no se compara)).
¿Alguna vez se les ha deshidratado su bebé? Cuentenos cómo fue su experiencia.
Ustedes dirán "hay las mamis de CRIANZA ALTERNATIVA son muy insistentes en temas de lactancia" y así es, somos insistentes porque desde hace ya algunos años la madre moderna ha sustituido la lactancia materna por formula al momento de alimentar a su bebé y, como ya lo hemos visto anteriormente en los 10 BENEFICIOS DE LA LACTANCIA MATERNA, es sumamente importante amamantar a nuestros kiddos.
¿A qué se debe que las mamis dejen de amamantar a sus bebés o porque lo evitan? Puedo mencionar algunos casos:
* No me sale leche.
* Me duele.
* Se me harán aguados los senos.
* Mi hijo es alérgico.
* No le gusta mi leche.
BLA BLA BLA...
Existen muchos mitos que rodean la lactancia materna, a continuación les presentamos algunos de ellos:
Mito 1: Amamantar frecuentemente al niño reduce la producción de leche, produce un reflejo de eyección débil y el fracaso de la lactancia
Realidad: La cantidad de leche que una madre produce llega a su punto óptimo cuando se le permite al niño sano amamantar tantas veces como lo necesite. El reflejo de eyección de la leche opera más fuertemente en presencia de un buen suministro de leche, que normalmente ocurre cuando se alimenta al niño a demanda, es decir, sin imponer horarios.
Mito 2: Una madre necesita amamantar únicamente de cuatro a seis veces cada 24 horas para mantener una buena cantidad de leche.
Realidad: Los estudios científicos demuestran que cuando una madre amamanta frecuentemente desde que nace el niño, con un promedio de 9,9 veces cada 24 horas durante los primeros 15 días, su producción de leche es mayor, el niño aumenta mejor de peso y la madre amamantará durante un período de tiempo más largo. La producción de la leche ha demostrado estar relacionada con la frecuencia de las tomas. La cantidad de leche empieza a disminuir cuando las tomas son poco frecuentes o restringidas. No hay que olvidar que muchos bebés recién nacidos comen cada hora y media o cada dos horas, lo cual es normal y frecuente.
Mito 3: Los niños obtienen toda la leche que necesitan durante los primeros cinco a diez minutos de mamar.
Realidad: Aunque muchos bebés mayorcitos pueden tomar la mayor parte de su leche en los primeros cinco a diez minutos, esto no es generalizable a todos los niños. Los recién nacidos, que apenas están aprendiendo a mamar, no siempre son tan eficientes al pecho y a menudo requieren mucho más tiempo para comer. Poder mamar también depende del reflejo de bajada de la leche materna . Aunque a muchas madres les baja la leche casi inmediatamente, a otras no les sucede igual. En algunas mujeres, la bajada de la leche es escalonada, tiene lugar varias veces durante una sola toma. En vez de adivinar, es mejor permitir que el niño mame hasta que muestre señales de satisfacción, tales como soltarse él solo o tener los brazos y las manos relajados.
Mito 4: Las madres lactantes deben espaciar las tomas para que puedan llenársele los pechos.
Realidad: Cada pareja madre/hijo es única y diferente. El cuerpo de una madre lactante siempre está produciendo leche. Sus senos funcionan en parte como "depósitos de reserva", algunos con mayor capacidad que otros. Cuanto más vacío esté el pecho, más rápido trabajará el cuerpo para reabastecerlo. Cuanto más lleno esté el pecho, más lenta será la producción de leche. Si una madre espera sistemáticamente a que se le "llenen" los pechos antes de amamantar, su cuerpo puede recibir el mensaje de que está produciendo demasiada leche y, por tanto, reducir la producción.
Mito 5: A las ocho semanas de edad el niño sólo necesita entre seis y ocho tomas de leche materna; a los tres meses sólo requiere de cinco a seis tomas; y a los seis meses, no más de cuatro o cinco tomas al día.
Realidad: La frecuencia de las tomas del niño alimentado al pecho varía de acuerdo con varios factores: la producción de leche de la madre y su capacidad de almacenamiento (las madres con más pecho en general tienen mayor capacidad de almacenamiento), así como con las necesidades de crecimiento del niño. Los días en que se producen picos de crecimiento (días de mayor frecuencia) o el pequeño está enfermo, pueden cambiar temporalmente los patrones alimenticios del bebé. Es importante tener en cuenta que el consumo calórico del niño aumenta al final de la toma, así que imponer límites arbitrarios sobre la frecuencia o duración de las tomas puede desembocar en un consumo demasiado bajo de calorías por parte del niño.
Mito 6: Es la cantidad de leche que el niño consume, no si es leche materna o de fórmula, lo que determina cuánto tiempo aguanta un niño entre dos tomas.
Realidad: Los niños amamantados vacían el estómago más rápidamente que los niños alimentados con biberón: aproximadamente en 1,5 horas en vez de hasta 4 horas. Esto se debe al tamaño mucho menor de las moléculas de las proteínas que forman parte de la leche materna y las cuales se digieren con mayor rapidez. Aunque la cantidad de leche que se consume es uno de los factores que determinan la frecuencia de las tomas, el tipo de leche es de igual importancia. Los estudios antropológicos de las leches producidas por los diversos tipos de mamíferos confirman que los bebés humanos están diseñados para recibir alimento con frecuencia y que así lo han hecho a través de la historia.
Mito 7: Nunca despiertes al niño que duerme.
Realidad: Aunque es verdad que la mayoría de los niños indican cuándo tienen hambre, es posible que los recién nacidos no se despierten tan a menudo como lo necesitan, por lo que hay que despertarlos para que coman por lo menos ocho veces cada 24 horas. Quizá no se despiertan a causa de los medicamentos que recibió la madre durante el parto, por ictericia, trauma, chupete de entretención, medicamentos maternos o comportamiento introvertido por parte de los niños a los que se les hace esperar cuando dan señales de hambre. Además, las madres que quieran aprovechar la infertilidad natural que produce la amenorrea durante la lactancia comprobarán que el regreso de la menstruación se demora más cuando el niño sigue mamando de noche.
Mito 8: El metabolismo del niño se encuentra desorganizado al nacer y requiere que se le imponga una rutina u horario para ayudar a resolver esta desorganización.
Realidad: Los niños nacen programados para comer, dormir y tener períodos de vigilia. No es un comportamiento desorganizado, sino un reflejo de las necesidades únicas de cada recién nacido. Con el transcurso del tiempo los bebés se adaptan gradualmente al ritmo de vida de su nuevo ambiente sin precisar entrenamiento ni ayuda.
Mito 9: Las madres lactantes deben ofrecer a su bebé siempre ambos pechos en cada toma.
Realidad: Es mucho más importante dejar que el niño termine de tomar del primer lado antes de ofrecer el segundo, aunque esto signifique que rechace el segundo lado durante esa toma. La última leche (que contiene más calorías) se obtiene gradualmente conforme se va vaciando el pecho. Sucede a algunos niños, si se les cambia de lado de forma prematura, que se llenarán de la leche primera, más baja en calorías, en vez de obtener el equilibrio natural entre la leche primera y segunda. Como resultado, el niño no se satisfará y perderá peso, y probablemente tendrá cólicos. Durante las primeras semanas, muchas madres ofrecen ambos pechos en cada toma para ayudar a establecer el suministro de leche.
Mito 10: Si un niño no aumenta bien de peso, es porque la leche de su madre es de baja calidad.
Realidad: Los estudios demuestran que aún las mujeres desnutridas son capaces de producir leche de suficiente calidad y cantidad para suplir las necesidades de crecimiento del niño. En la mayoría de los casos, el escaso peso se debe al consumo insuficiente de leche materna derivado de horarios estrictos, de una inadecuada succión o un problema orgánico del niño.
Mito 11: Cuando una mujer tiene escasez de leche, generalmente se debe al estrés, la fatiga o el bajo consumo alimenticio y de líquidos.Realidad: Las causas más comunes de leche escasa son: tomas poco frecuentes y/o problemas con el afianzamiento y postura del bebé al mamar. Ambos problemas se deben en general a información incorrecta que recibe la madre lactante. Los problemas de succión del niño también pueden afectar de forma negativa la cantidad de leche que produce la madre. El estrés, la fatiga o la mala nutrición rara vez son causas de baja producción de leche, ya que el cuerpo humano ha desarrollado mecanismos de supervivencia para proteger al lactante en tiempos de hambruna.
Mito 12: Una madre debe tomar leche para producir leche.
Realidad: Una dieta saludable y balanceada que contenga verduras, frutas, cereales y proteínas es todo lo que una madre necesita para nutrirse adecuadamente y producir leche. El calcio se puede obtener de una gran variedad de fuentes no relacionadas con los lácteos, como las verduras verdes, semillas, frutos secos y pescados como la sardina y el salmón con espina. Ningún otro mamífero toma leche para producir leche.
Mito 13: Chupar sin el propósito de alimentarse (succión no nutritiva) no tiene objeto.
Realidad: Las madres con experiencia en lactancia aprenden que los patrones de succión y las necesidades de cada niño varían. Aunque las necesidades de succión de algunos niños se satisfacen primordialmente cuando comen, otros niños requieren más succión al pecho, aun cuando hayan acabado de comer hace unos minutos. Muchos niños también maman cuando tienen miedo, cuando se sienten solos o cuando algo les duele.
Mito 14: Las madres no deben prestarse a ser el "chupo de entretención" de su hijo.
Realidad: Consolar y suplir las necesidades de succión al pecho es el diseño de la naturaleza para madres e hijos. Los chupones (chupetes, chupos, bobos, pepes) son un sustituto de la madre cuando ella no está. Otras razones de ofrecer el pecho para apaciguar al niño incluyen un mejor desarrollo oral y facial, la prolongación de la amenorrea, evitar la confusión de succión y estimular una producción adecuada de leche que asegure un índice más elevado de éxito de la lactancia. Y sobre todo, un niño tranquilo que encuentra consuelo en su madre, lo cual fortalece su desarrollo emocional.
Mito 15: La confusión tetina-pezón no existe.
Realidad: La alimentación al pecho y la alimentación por biberón requieren diferentes técnicas orales y motrices. Los chupos o tetinas artificiales proveen una especie de "sobreestimulación" en la que los niños pueden fijarse y preferir al pezón, más suave. Como resultado, algunos bebés desarrollan la confusión de succión y usan técnicas no adecuadas para mamar al pecho cuando se les ha ofrecido biberón y pecho. Esto hace que no sean eficientes obteniendo leche y en ocasiones agrietan a su madre.
Mito 16: La lactancia frecuente puede dar lugar a la depresión postparto.
Realidad: Se cree que la causa de la depresión post parto es debida a las hormonas fluctuantes que se presentan después del nacimiento del niño y que puede agudizarse por la fatiga y por la falta de apoyo social. Sin embargo, se da en mujeres que han presentado problemas anteriores al embarazo. Por otra parte, se sabe que las mujeres que amamantan con frecuencia presentan con menos frecuencia depresión post parto.
Mito 17: Alimentar al niño a demanda no facilita el vínculo maternal.
Realidad: Responder de forma sensible y rápida a las señales del niño une a la madre con su hijo de tal forma que se sincronizan, lo cual crea un vínculo mayor. Adicionalmente, un bebé que no llora porque es atendido con prontitud, no genera situaciones de estrés familiar debido a su llanto.
Mito 18: Las madres que miman a sus hijos demasiado y los llevan demasiado en brazos los malcrían.
Realidad: Los niños a quienes se lleva en brazos a menudo lloran menos horas al día y muestran mayores rasgos de seguridad al crecer. Los bebés necesitan la seguridad de los brazos de su madre más de lo que imaginamos.
Mito 19: Es importante que los demás miembros de la familia alimenten al niño para que también ellos desarrollen un vínculo.
Realidad: Alimentar al niño no es la única forma con la que los demás miembros de la familia pueden acercarse al niño. Cargar, acariciar, bañar y jugar con el bebé son muy importantes para su crecimiento y desarrollo, así como para su vínculo con los demás.
Mito 20:El hecho de que sea el niño quien dirija su alimentación (con la lactancia a demanda) tiene un efecto negativo sobre la relación de la pareja.
Realidad: Los padres maduros se dan cuenta de que las necesidades del recién nacido son muy intensas, pero también, que disminuyen con el tiempo. De hecho, el trabajo en equipo que se realiza al cuidar de un recién nacido puede unir a la pareja conforme ambos aprenden a ser padres juntos. Mito 21: Algunos niños son alérgicos a la leche materna. Realidad: La leche materna es la sustancia más natural y fisiológica que el niño puede ingerir. Si el bebé muestra señas de sensibilidad relacionadas con la alimentación, en general se deben a alguna proteína ajena que ha logrado entrar a la leche materna, y no a la leche materna en sí. Esto se remedia fácilmente eliminando el alimento ofensivo de la dieta materna durante un tiempo. Mito 22: La lactancia demasiado frecuente causa obesidad en el niño cuando él crece. Realidad: Los estudios científicos demuestran que los niños amamantados autocontrolan sus patrones alimenticios y la cantidad que ingieren, que tienden a consumir la cantidad de leche adecuada para su propio cuerpo. Es la alimentación con biberón y la introducción precoz de alimentos complementarios la causa de que se vean afectados de obesidad al crecer, no la lactancia natural. Mito 23: Dar el pecho mientras el niño está recostado causa infecciones de oído. Realidad: Dado que la leche materna es un fluido vivo y lleno de anticuerpos e inmunoglobulinas, el bebé lactante tiene menor probabilidad de desarrollar infecciones de oído, independientemente de la postura que utilice. De hecho, cuando la madre amamanta sentada, el bebé está horizontal en sus brazos. Además, la disposición de los músculos al momento de succionar cierra la comunicación con el oído. Mito 24: La lactancia prolongada más allá de los 12 meses del niño carece de valor, ya que la calidad de la leche materna empieza a deteriorarse a partir de los seis meses de vida. Realidad: La composición de la leche materna cambia de acuerdo con las necesidades del niño conforme éste madura. Aun cuando el niño ya es capaz de recibir otro tipo de alimentos, la leche materna es su fuente primordial de nutrición durante los primeros 12 meses. Se convierte en complemento de los alimentos al segundo año de vida. Además, el sistema inmunológico del niño tarda entre dos y seis años en madurar. La leche materna continúa complementando y ayudando al sistema inmune mientras el niño la siga tomando. Investigaciones recientes nos muestran que la leche materna es más rica en grasa y energía después de un año de lactancia: contiene casi 12% más de calorías que la leche de una madre de un bebé recién nacido. Igual sucede con los factores protectores. Publicado en Leaven, La Leche League International. FUENTE: http://www.llli.org/lang/espanol/ncvol17_4_05.html
MORALEJA:
MAMIS NO SE CREAN TODO LO QUE LES DICEN (DE NINGÚN TEMA), ANTES QUE NADA INVESTIGUEN Y CORROBOREN LA INFORMACIÓN.