Cómo sacar a tu hijo de tu cama

Una pregunta tan común de los papás que tienen a sus hijos durmiendo con ellos. ¿Cómo sacarlos? Desafortunadamente yo no tengo la respuesta, nadie la tiene. Todos los niños (y adultos) son diferentes y no hay una respuesta genérica que funcione por igual con todos. Lo único que sí puedo contarles es mi propia experiencia y cómo mi hijo Isaac, a los 6 años empezó a dormir en su propia cama. Aquí está mi historia de colecho.

Cuando Isaac nació no durmió inmediatamente en mi cama, al principio quise hacer todo de la forma “correcta”, me levantaba a darle pecho en el sillón, lo acomodaba en la posición más cómoda, contaba el tiempo, lo cambiaba de pecho… pero a las 3-4 semanas me quedó claro que no estaba funcionando. Isaac comía más de lo que yo dormía y se arrullaba mamando así que yo estaba agotada. Pasaba la mayor parte de la noche en el incómodo sillón, me dolía el cuello y estaba exhausta así que me pareció fácil pasarlo un día a mi cama. Esa noche dormí por primera vez desde que nació. Me sentí descansada y el niño durmió muy  bien también, despertaba y empezaba a pedir comida y yo solo me lo acomodaba y seguía durmiendo. La dinámica nos encantó. De este modo estaba cerca de él toda la noche, lo sentía, lo escuchaba dormir, estaba completamente enamorada y tenerlo cerca me pareció simplemente perfecto.

Sleeping baby, hay algo mejor?
Conforme fue creciendo se fue poniendo aún más fácil. Ya no era un frágil bebé pero aún necesitaba comer mucho en las noches. Yo dejé de notar cuántas veces comía porque ni siquiera tenía que despertar para alimentarlo, así dormitando podía hacerlo y seguir durmiendo.  Cuando cumplió 4 meses empecé a trabajar, y a pesar de que pasaba 8 horas fuera de la casa y lejos de él, tenerlo a mi lado en las noches me quitaba la tan natural culpa de dejarlo y seguía sintiendo el mismo apego; además de que amamantarlo en las noches ayudó a no dejar de producir leche y siempre ser capaz de sacarme la suficiente para que no fuera necesaria la fórmula. Trabajé poco tiempo y cuando tenía 10 meses regresé a quedarme en casa con él.

De ahí en adelante, el colecho siempre fue obviamente la opción correcta para nosotros, lo disfrutábamos muchísimo. Tenerlo cerca, despertar con él… sé que quienes lo practican entienden que hay pocas cosas en la vida mejores que abrir los ojos en la mañana y ver la sonrisa de tu hijo primero que cualquier otra cosa.  Es una cercanía difícil de explicar y no la cambiaría por nada.

Cuando empezó a crecer, empezaron a llegar los comentarios “¡¿todavía duerme con ustedes?!”, “¡al rato no lo van a poder sacar!”, “se va a hacer dependiente”… la verdad desconozco las fuentes de las personas que nos transmitieron esta información pero como inseguros papás primerizos mentiría si dijera que hicimos caso omiso. En un par de ocasiones realmente intentamos que Isaac se pasara a su camita, la cual teníamos en nuestro cuarto, pero inevitablemente en algún momento regresaba, a veces solo para que le diera pecho pero siempre volvía. La lactancia terminó cerca de los 2 años pero esa cercanía que sentía que teníamos, la seguí sintiendo al verlo dormir abrazado a mí y despertarme con besos y caricias.

Niño feliz 
Después ya Isaac tuvo su cama en su cuarto, la cual le acondicioné muy bonito para que le pareciera atractivo y quisiera irse. Intenté verdaderamente que se fuera a dormir allá, no porque yo no lo quisiera conmigo, sino porque a los 4 años ya la presión social era mucha, sentía que no podía mencionar el hecho de que dormía conmigo sin sentirme juzgada. Sin embargo, además de que me costaba mucho trabajo que se quedara dormido en su cuarto, se despertaba al rato y se pasaba a mi cama… y lo peor es que llegó el momento durante la semana de este intento en el que yo no podía dormir hasta que lo sentía llegar. Ninguno de los 2 estábamos listos para dormir separados pero por alguna razón yo quise forzarnos… hasta que leí una frase del Dr. Carlos González  que me gustó mucho y decía algo así como que no es asunto de nadie más que mío y de mi hijo cuándo se va a dormir a su cama (si alguien encuentra la frase exacta, le agradeceré ya que no la pude encontrar yo :S) así que ya, sin culpa alguna, le dije a Isaac que regresara a dormir conmigo, que nunca lo volvería a tratar de convencer ni forzar de irse y él no entendió muy bien mi cambio de opinión, me preguntó por qué y le expliqué lo mejor que pude que irse a su cuarto iba a a ser su decisión y no la mía y le ofrecí una disculpa por querer forzarlo. 

Esto duró hasta hace un mes aproximadamente cuando un día, así de la nada, me dijo que ya quería dormir en su cuarto porque ya había salido de preescolar y ya es niño grande. A eso yo le contesté que si él lo decidía, estaba bien, que yo estaba feliz de tenerlo conmigo, pero también estaría feliz de verlo dormir en su propia cama. Él muy seguro me contestó que ya lo había decidido y que esa noche empezaría. Y así fue. Desde esa noche, todas las noches ha dormido en su propio cuarto, en su propia cama, con su lamparita de noche. Yo lo acompaño a acostarse, me platica todo lo que nunca antes me había platicado (cómo le fue en su día, todo lo que hizo, a qué jugó) y le doy su beso de buenas noches, es un momento especial, solo de los dos.



Durmiendo en su cama ya
Admito que extraño verlo dormir a mi lado, extraño despertar y que él esté ahí, poder estirar la mano y abrazarlo… pero al mismo tiempo estoy feliz de verlo crecer, de ver que no fue difícil, que solo era cuestión de que él estuviera listo. No hubo llanto, ni castigos ni recompensas, fue la situación justo como soñaba que sucediera... Mi niño solito decidiendo que ya quería su espacio, que ya estaba listo. Estoy feliz de haberlo dejado hacer las cosas a su propio tiempo y que él sepa que siempre estoy para él y que apoyo sus decisiones aunque no lo fuerzo a tomarlas. Mi niño grande... ha crecido TAN rápido. Seis años de colecho puede sonar como mucho, pero ahora que terminó para mí se sintió como poco. Seis años de toda su vida que pasó durmiendo a mi lado son 6 años que jamás olvidaré. Son los recuerdos de él como bebé y niño pequeño que más atesoro junto con la lactancia.

Yo no les puedo decir cómo "sacar" a su hijo de su cama. De hecho creo que nadie debería sacar a ningún niño de donde se ha acostumbrado a dormir, de donde se siente seguro. Creo que cuando decidimos, ya sea de forma deliberada o sin querer (esa noche en la que estamos tan cansados que nos parece fácil) dejarlos dormir con nosotros, tenemos que tener el respeto de, al darles ese derecho, darles también el de decidir cuándo irse. Yo no "entrené" a mi hijo siguiendo una serie de pasos para irse a su cuarto. Lo único que hice ya sin siquiera esperar que con eso se fuera, fue decirle que él iba a decidir cuándo irse. Le di una alternativa, su cuarto cerca del mío, un lugar en el que se sintiera cómodo y seguro, y le dije que se podía ir cuando estuviera listo. No sé si él se habría ido antes si yo le hubiera dicho eso antes... ni nunca lo sabré. Lo que sí sé es que lo único que hice fue eso. Darle la opción sin presiones. Cuando quieras. Cuando estés listo. TÚ decides, no yo. Así en cada decisión de crianza que tomemos creo que tenemos que pensar ¿qué quiere el niño? Siempre tomarlos en cuenta y hacerlo con amor, pero sobre todo con mucho respeto, no tratarlos como a perritos que hay que entrenar, sino como humanos, personitas a quienes ayudar a aprender y tomar decisiones, ya que ser niños no significa ser incapaces. 

Si quieren aprender un poco más sobre colecho y la enorme cantidad de beneficios, les recomiendo al Dr. Carlos Gonzalez, él puede decirles la perspectiva de un doctor ya que yo solamente les platico mi propia experiencia como mamá, y si tienen alguna opinión o experiencia que quieran compartir, nos encantaría leerla.

-ash