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La exterogestación: la importancia de llevar en brazos a tu bebé y el porteo



“El bebé humano sigue siendo inmaduro mucho más tiempo que el canguro, pero mientras que el bebé marsupial goza de la protección de la bolsa de su madre durante su período de inmadurez, al bebé humano no se le concede tal ventaja natural.

Esta es una razón más por la que la generación de los padres de la especie humana deben entender claramente lo que realmente significa la inmadurez de sus hijos, y es que el bebé todavía continúa su período de gestación durante 10 meses más y que el nacimiento es el puente entre la uterogestación y exterogestación”
Ashley Montagu, Growing young.

Durante la uterogestación (embarazo) satisfacemos sus necesidades de forma involuntaria y automática: están alimentados, protegidos, calentitos y seguros mientras escuchan la voz y el corazón de su mamá que le reconfortan y tranquilizan.

Una vez que nace comienza la exterogestación (o gestación fuera de útero) y la mamá comienza a cubrir voluntariamente esas necesidades que contribuyen a su desarrollo físico, emocional y psicológico.

Nuestros hijos nacen buscándonos: nuestra voz les calma, nuestra piel regula su temperatura, nuestro pecho les alimenta y nuestros brazos les hacen sentir que vuelven a estar protegidos como en nuestro vientre, su hogar durante 9 meses.

Las mamás también nos beneficiamos de su contacto: físicamente, gracias a la lactancia nuestro útero recupera su tamaño y emocionalmente, conectamos y nos enamoramos más de ellos. Todo ello fortalece el vínculo madre-hijo y sienta las bases para su desarrollo posterior.

Llevar al bebé en brazos o portearle imita el ambiente del útero y la presión de la matriz, que junto con el balanceo de la madre, le crea un entorno familiar y de protección.

Lo más importante es que nuestro hijo recibe contacto inmediato: caricias, besos, abrazos…

Y se siente amado y tranquilo confiando en que sus necesidades estarán cubiertas.


Articulo original: http://www.portakanguritos.com/blog/2014/01/21/la-exterogestacion-la-importancia-de-llevar-en-brazos-y-portear-al-bebe-2/

Viajando con bebé: carreola o cangurera?



Turisteando en San Francisco.

Dee y yo hemos viajado ya bastantito en su corta edad. En sus 8 meses de vida, ¡ya se ha subido 4 veces en un avión! Así que he estado ganando ya un poco mas de experiencia en el tema de viajar con un bebé.  En mi ultimo viaje que hice con mi esposo a Monterey y San Francisco, en el estado de California, me decidí que es mucho mejor viajar con un rebozo o una cangurera y esta decisión hará mis viajes mas fáciles y espero que el de ustedes también.

Cuando estaba embarazada, me la pase meses y meses buscando la carriola perfecta. Parecía que me estaba comprando un coche con tanta investigación que hice y tanta decidía. Me imaginaba yo con la carriola paseando en las calles por mi casa y me imaginaba paseando la carriola en las calles de Puebla o Nueva York o cualquier otro lugar que visitaríamos. De hecho, escogí una que me permitiría usarla con el porta bebe del carro para que así me facilitaría.  Lo que no pensé es que mi hija prefiriera estar turisteando también y viendo la ciudad en vez de estar sentada en una carriola, un poco separada de sus papás.

En mi primer viaje, fui a Washington, D.C. con Dee cuando aun tenia 2 meses y medio. En ese tiempo, se la pasaba dormida la mayoría del día y casi siempre en su porta bebé.  Cada que nos subíamos al carro, se dormía y ya que llegábamos a nuestro destino la dejábamos en el porta bebé de carro para no despertarla. Así que yo me lleve el porta bebé de carro al viaje (algo que siempre hago, o pregunto en la agencia donde se renta un auto si me pueden proporcionar una) y me lleve la parte de las ruedas de la carriola para conectar el porta bebé de carro ahí. A pesar que si se la paso dormida en el porta bebé, en cuanto se despertaba ella quería estar en brazos y viendo todo a su alrededor. No quería estar encerrada en su carriola. Así que en varias ocasiones me vi cargando la niña en un brazo y empujando la carriola con la otra (o mi mamá ayudando empujar la carriola sin nadie adentro).

Nuestro segundo viaje, ella tenia 3 meses y medio y en este viaje lleve mi rebozo y la carriola.  Igual, paso lo mismo, use la carriola solo cuando dormía y en cuanto despertaba quería brazos. Ya me estaba arrepintiendo de llevar la carriola a estos viajes, porque el rebozo le estaba funcionando muy bien para cargarla y para dormir en el también y para mi no es nada pesado llevar el rebozo ya que no hace mucho peso y la traigo cerca de mi.

Para nuestro tercer viaje, nos fuimos a Puebla y tenia que viajar sola y verme con mi esposo allá. Estaba debatiendo si me llevaría una carreola o no, de hecho compre una de esas delgaditas que son fáciles de cargar. Al ultimo decidí llevarme a mi niña en un rebozo en el aeropuerto porque me preocupaba el dejarla sola un momento mientras hacia check-in o cualquier cosa y que le pudiera pasar algo. Tenerla cerca de mi era mi mejor opción. Llevarme mi rebozo fue la mejor decisión que tome, ya que mientras ella estaba siendo cargada y estaba cerca de mi, yo tenia mis manos libres para jalar mi equipaje. Durante el viaje termino siendo mejor la opción el rebozo o la cangurera porque fuimos a lugares donde había mucha gente como un festival o el centro de la ciudad.  En un mar de gente, veía a otras personas tratando de pasar con sus carriolas y Dee bien agusto en la cangurera con su papá o en el rebozo con su abuelita. Se dormía en el, se despertaba y podía ver todo a su alrededor.

Para nuestro cuarto viaje, ya ni pensamos en llevarnos carriola. Mi esposo y yo nos llevamos nuestra cangurera (el prefiere cangurera que rebozo, yo prefiero el rebozo).  Carlos (mi esposo) uso la cangurera la mayoría del tiempo, y le permitía a Dee dormir en la cangurera calientita, y disfrutaba del paisaje cuando estaba despierta, del mismo modo que nosotros los estábamos disfrutando. Hasta mi esposo se sorprendió de lo practico que es cargar a tu bebé mientras viajas. No nos hizo falta una carriola y para nada nos cansamos de cargarla. De hecho, fui al viaje a trabajar y hubo un momento que me facilito el trabajo ya que podía cargarla y tener mis brazos libres para trabajar. Definitivamente en nuestros próximos viajes, cargar a Dee en rebozo o cangurera ¡será nuestra opción #1!   

-Diane

En los cabos

Mami trabajando, portando a Dee. 

Mientras mami y papi turisteaban en Monterey, California, Dee dormia. 

Dee con su abuelita Coco en Puebla. La cargo en su rebozo durante su viaje.





Celebración de la Semana Internacional del Porteo, somos Tribu

Crianza Alternativa celebró la Semana Internacional del Porteo con el taller sobre crianza en brazos y la clase "Baby OM, Yoga mamá/bebé con fular o rebozo"


En Crianza Alternativa, hemos formado una Tribu muy especial. Somos mamás que nos brindamos apoyo y compartimos información sobre la crianza con apego. Una de nuestras premisas básicas es portar a nuestros bebés. El mantener un contacto físico y emocional con nuestros hijos, no dejarlos llorar (contrario a lo que nos aconsejan muchos), llevarlos a todos lados, es parte fundamental de nuestra filosofía. Se trata de la "Crianza en brazos".  Por eso orgullosamente cargamos a nuestros bebés en rebozos, fulares, mochilitas o kangureras. Estamos embraciladas y nos encanta.

Para celebrarlo, decidimos invitar a otras mamás a unirse a la tribu y traerse a sus nenes con todo y rebozo, para una clase de yoga muy original. Una vez más Mayela de Mutzu Yoga nos abrió las puertas, en un ambiente de mucha paz e iluminación. Primero llegaron las bloggeras de Crianza, que fueron recibidas por Maye y la pequeña Greta de 4 meses. Después se instaló nuestra amiga Lizett con sus pañales Mami Planet, ecológicos de tela, ya que en Crianza Alternativa queremos promover toda inciativa que sea para beneficio de nuestros hijos y del  medio ambiente. Yo emocionadísima ya que por primera vez tuve a la venta los rebozos oaxaqueños Inda Jani, de los cuales soy distribuidora y que me llegaron de Oaxaca una noche antes. Se veían hermosos todos los pedazos de tela de colores tan vivos alineados en fila, listos para comenzar.

Fueron llegando las mamás una por una y para nuestra grata sorpresa, varios papás muy involucrados con sus hijos también tomaron la clase, algunos llegaron incluso portando a su bebé en rebozo. También hubo una abuelita. Entonces Judith tomó la palabra y con gran elocuencia nos platicó sobre los beneficios físicos y psicológicos de portar a nuestros bebés. Después Diane y Coco dieron unas demostraciones  de como amarrarse los rebozos y fulares. Es todo un arte. En verdad nuestras hermanas oaxaqueñas tienen un gran talento de dominar el arte del rebozo. Unas a otras las mamás nos ayudamos a amarrarnos esos laaaargos pedazos de tela y a acomodar a nuestros bebés, en mi caso un bebotote de 10 kg. 

Finalmente empezó la clase, la voz hipnotizante de Maye nos transportó a cuando cargabamos a nuestros bebés en nuestro vientre, cuando éramos uno mismo. Me hizo recordar a mis clases de yoga prenatal, cuando esperaba a Isauro Fernando. Nos hizo bailar con nuestros bebés, hacer diversos movimientos en diferentes ritmos siguiendo la música, la respiración y nuestro instinto. En menos de lo que nos imaginamos, casi todos los bebés estaban completamente dormidos en los rebozos. Se relajaron tanto que todos quedaron a gusto dormiditos escuchando el corazón de mamá.

Fue una experiencia muy bonita. Sobre todo la satisfacción de saber que somos una comunidad de padres y madres jovenes realmente involucrados en la crianza de nuestros hijos, realmente interesados en saber más, en investigar, en ir más allá, en brindarnos apoyo, en lograr un cambio para la próxima generación. Fue muy bonito sentirme parte de algo tan trascendente.

Les comparto un poco de esa emoción con las siguientes fotos de nuestra celebración:














































































Pau "la Embracilada"