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Mi historia de parto: "El nacimiento de Sylvanna"



 Por mami invitada Valeria Peraza

La historia del nacimiento Sylvanna creo que será corta de contar, más corta de lo que nunca hubiera imaginado; todo empezó un día antes, jueves 6 de marzo de 2014, cuando me encontraba por cumplir 39 semanas. Fui con mi doctor, ya en las visitas semanales desde hacía unas semanas atrás, que para mi súper mala suerte, se cambió para mi comodidad de Chula Vista hasta Clairemont, significando una hora más entre la ida y la venida, lo cual preferí porque ya me sentía cómoda con él, pero ese ya es otro boleto! ;) Bueno, era mi cita en día jueves, a un día de cumplir las 39 SDG, me revisó el doctor, todo normal, me hizo tacto, y me dijo que estaba igual que la semana pasada, osea casi con nada de dilatación, para esto, al principio de mi embarazo me dijo que era “muy estrecha” de la cadera (¿de dónde??? jaja), y me sugirió una posible cesárea, a lo cual me negué rotundamente desde el principio si no era médicamente necesaria, y hasta eso, accedió a que nos esperaríamos a ver cómo me iba más adelante; el tema no se volvió a tocar nunca más. Total, regresando a mi cita, me dijo que si seguía así para la próxima semana, me iba a programar el parto para inducirlo; yo creo que sus palabras se le grabaron a mi hija porque la pobre se puso a trabajar rápidamente.

Regresando a mi casa en Tijuana, todo transcurrió normal. Mi esposo Alex trabaja en educación, donde la mayoría de los empleados son mujeres y el Día de la Mujer se aproximaba, así que les dieron el viernes libre para celebrar; ese día no fue a trabajar para nuestra buena suerte, así que se lo aventó todito conmigo. Mi mama llegó a mi casa temprano a dejarme unas cosas a eso de las 8 de la mañana, le comenté que había comenzado a tirar una especie de liquido transparente, pero en cantidades mínimas, como si la bolsa estuviera solo ligeramente rasgada, no quería emocionar a nadie por si acaso faltaran días todavía (¡ilusa!). Todo mi tercer trimestre tuve los famosos Braxton-Hicks de forma moderada, así que ya estaba medio acostumbrada a la punzada ocasional y al abdomen duro, ya las conocía muy bien. Como a eso de las 10, sentí una presión muy diferente, sabía que no era como las otras, así que comencé a tomar tiempos de esas contracciones y a cronometrarlas, las estaba teniendo cada 5-10 minutos por una duración de 30 segundos aproximadamente, así que Alex le habló a mi doctor, me metí a bañar y nos fuimos al hospital, ya eran las 11:30 de la mañana. El trayecto se me hizo e-ter-no, entre cruzar y llegar hasta la puerta pude haber jurado que pasaron horas, cuando en realidad fue un poquito más de una (¡perdón amor por casi arrancarte la cabeza en la línea, te amo, jaja!).


 A eso de la 1, ya me encontraba en la sala de clasificación, donde te revisan para ver si te quedas, o te mandan a… caminar. Juraba que si me regresaban o me mandaban a otra parte me iba a poner a llorar. Tenía 3cm de dilatación según la enfermera, apenas los suficientes para poder ingresarme (¡fiuf!), las contracciones cada vez es más fuertes, que casi me estaba doblando del dolor, y acepto, se me salía una que otra lágrima. Como trabajé hasta casi dos semanas antes de que naciera Sylvanna, con jornadas de 10-12 horas diarias, y estudiando una maestría, que unos meses más tarde concluí, nunca me di el tiempo de tomar el curso psicoprofiláctico, ni ir a kundalini, ni nada, más que alguna lectura ocasional que me aventaba por las noches. Tal vez sea de lo único que me arrepienta durante mi embarazo. Las tres enfermeras que me tocaron en mi estadía, desde que llegué al hospital fueron unas ángeles, de hecho nunca se me va a olvidar el nombre de una de ellas, Faro, de origen iraní, ya me la quería llevar a mi casa, casi, casi. Rápidamente me pasaron a la habitación donde nacería nuestra hija. Yo había acordado con mi doctor unas semanas antes que me pondría la inyección epidural, así que los 10 minutos apareció el anestesiólogo, casi al mismo tiempo que llegó mi mamá. Ya eran las 3 de la tarde. El pobre de Alex no había ni desayunado, ya que todo comenzó desde en la mañana, así que se estaba muriendo de hambre. Como a eso de las 4, entró una de las enfermeras, me revisó, y dijo que tenía un poquito más 5cm de dilatación, lo suficiente para que mi mamá y él pudieran ir por algo de comer y regresar. Así me quedé muy serena en la habitación, fue la última vez que estuvimos solas Sylvanna y yo antes de que naciera. No sabíamos que el hospital no tenía un área de cafetería en esa parte, así que se fueron un poco lejos y caminando a buscar. Ya habiá pasado un poco más de una hora y media desde que habían salido. Llegó nuevamente la enfermera, y ¡oh sorpresa! había dilatado casi 4cm más, ya tenía 9, así que la enfermera se dispuso a llamarle al doctor, pero  no quería que él llegara y que mi mamá y Alex todavía no estuvieran ahí conmigo, así que le llamé a su celular para avisarle cómo había progresado y se vinieron casi volando, ni siquiera terminaron de comer. Cuando llegaron a la habitación ya casi eran las 6 de la tarde. Despuesito llegó mi doctor, me revisó, ya estaba coronando, fue una de las cosas más lindas y extrañas a la vez, pues me dijo que ya se asomaba la cabecita y como no sentía nada, no lo creía, hasta que me dijo que podía estirar mi brazo para tocarla con mi mano, fue increíble, dice Alex que mi cara al momento de tocarla fue única. Le comenté a mi enfermera que no tomé ningún tipo de curso prenatal, así que muy linda me dio una clase exprés de respiración y toda la cosa. Salió el doctor un momento y le dio instrucciones a las enfermeras de parto de empezar, era tiempo de comenzar a pujar y yo sentía unas ganas increíbles de hacerlo, tanto que me tuve que detener unos momentos a que regresara el doctor, porque sino la iba a cachar la enfermera.  Estoy muy agradecida de que haya sido un parto respetado a mi modo, con mi doctor, en el hospital que elegí, con mi epidural, sin epistomía, (una cosa de las que me gustaron de este doctor era que me dijo “sólo si te desgarras, te coso, si no, así lo dejamos”), que pudieron estar conmigo mi esposo y mi mamá, que me la pusieron sobre mí casi al momento, y que haya podido recolectar las células madre de su cordón para almacenar. Así fue como Sylvanna A. llegó el viernes 7 de marzo de 2014 a las 6:33pm, con 48cm y 7.5 libras. A las 11 de la mañana estaba en mi casa, y 7 horas después ya tenía a mi bebé en mis brazos. 




NACIMIENTO DE MAXIMILIANO

Por:  Mami invitada Lizeth Lugo



Con mucha alegría, nostalgia y emoción recuerdo el día de mi parto hace un año:
 
 

Después de una ligera caminata el día 26 de junio de 2013 llegamos a la casa. Mi pareja, su hija y yo nos recostamos a ver una película mexicana y de pronto Maximiano se movió mucho y muy raro. Le dije a él que me viera la panza y se asombró de cómo se me movió y dividió en dos mi estomago y se me fue la panza en pico para el lado derecho y el me preguntó que si me dolía y le respondí que un poco, paso el dolor y le hablé a Maximiliano le dije  que no fuera a cambiar de posición (porque ya estaba acomodado desde el 5to mes, boca abajo).. se me pasó el movimiento y el dolor y me acordé de mi cena mi abuelita, me había hecho lentejas y ya estaban listas, entonces me paré a comer y cuando iba a la cocina se me rompió la fuente, obvio me sorprendí era demasiada agua. Mi abuelita estaba ahí y le hablé a mi esposo y le dije que había roto la fuente y me dijo “No manches” (algo sorprendido y alertado) me dijo "¿qué hacemos?.. ¿a dónde vamos?.. ¿te llevo a un  hospital de aquí?.. ¿qué agarro?".. y le dije: me voy a bañar y me dijo.."¿qué?.... ¿segura?".. y le dije sí, yo sabía lo que tenía que hacer y le pedí que me pasara mi celular. Me lo pasó y él se puso a limpiar el charco del piso que era bastante y seguía saliendo. Inmediatamente le hable a mi hermana Valeria (porque ella me llevaría al hospital en Estados Unidos, según lo planeado (ya que mi esposo no tiene visa) y le dije que se me había roto la fuente y se sorprendió, fue de "¿En serio?.. ¿no es broma?". Ella estaba en el trabajo, eran aproximadamente las 7:00 PM. Inmediatamente me metí a bañar y le pedí a Martin mis toallas, me tomé mi tiempo, todavía me seguía saliendo mucho liquido, me depilé, me relajé, las contracciones eran considerables pero no muy duraderas como me había dicho una partera y según el curso psicoprofiláctico que tomamos  y lo que había leído, el promedio de trabajo de parto de las mujeres primerizas era de 12 horas por lo que me mostraba muy segura con el tiempo e hice mis cuentas. También Geo  nos había dicho que después de que se te rompía la fuente tenías aproximadamente 6 horas para llegar al hospital. (por cuestiones de infecciones, etc.)

Ese mismo día por la mañana tuve mi cita con el Doctor Harder en Estados Unidos ya que me revisaba cada semana. Me revisó y me hizo tacto y tenía 0 de dilatación y me dijo que en cualquier momento podía empezar a dilatar. La fecha probable de parto seguía siendo el 4 de julio. Me preguntó si tenía dolores a lo que le contesté que sí pero no muy frecuentes. Me dijo que me quería ver la próxima semana, el día lunes temprano. Estaba preocupada también porque durante el embarazo me dio diabetes gestacional y pues se debe de enterar y estar muy consiente de eso a la hora del parto para atender al bebé en caso de alguna emergencia,  en eso también le entregué mi plan de parto, lo leyó un poco y me vio con ironía y me dijo que ese día cambiaba todo y me contó de una paciente que estaba en labor de parto con sus dos doulas y había hecho su plan de parto igual y que había puesto que no quería epidural ni anestesia y que ese día del parto ella quería la epidural y las doulas le decían que no y que las terminó sacando. No fue muy alentador su comentario, pero bueno, ahora sí me da risa, jajajaj no sabia lo que me esperaba en realidad.

Salí después de hacer mi cita con la recepcionista para el día lunes, de ahí fui al hospital también a llevar mi Plan de Parto. Iba mi hermana Rox conmigo y le estaba enseñado como me tenían que registrar, incluso ahí estaba ya el doctor y nos llevó a ver un cuarto similar a donde estaría en el parto. Después de eso fuimos a hacer unas compras y nos regresamos a Tijuana.

Continúo, ya les relaté al principio cómo se inició mi proceso de parto. Después de mi largo y relajante baño me cambié mientras le iba diciendo a Martín que echara las últimas cosas que me hacían falta como cargadores, cámara, porque ya tenia mi maleta para el hospital y pañalera lista desde hace tiempo.

Salimos de la casa y llegamos al OXXO, ya que le dije que me comprara provisiones que ingresaría de contrabando al hospital jajaj barritas energéticas, además de lo que llevaba yo, chocolates y agua, suero, etc… ósea yo pensando como siempre en comida jajaj esa era señal de que faltaba mucho (según yo).

Le hablé a mi hermana para ponernos de acuerdo en donde vernos y le pedí que llegara a comprarme un té a CAMI y me dijo "Ya vengo cerca" y le dije "!REGRESATE!" jajaj ….no se, estaba locaaa jaja, bueno en trabajo de partooo y no muy cuerda jaj es que me habían recomendado mucho ese de té chocolate con hierbas para acelerar el parto, para tener mas energía, etc.. y no lo compré antes, upssss..

Bueno mi hermana llegó a un punto donde estábamos esperándola en Zona Río, por Pueblo Amigo, venía también mi hermana Rox ya que  yoquería que ambas estuvieran en mi parto. Me despedí de mi esposo un poco nerviosa la verdad  y con miedo, tenía de todo mucha emoción, sobre todo ya que conocería y tendría en mis brazos por fin a mi bebé Maximiliano, ya tenia bastante dolor y contracciones seguidas.

Mi esposo platicando con mis hermanas, diciendo que yo muy tranquila que no parecía que estuviera con los dolores, bueno nos despedimos bien y tomamos camino a la línea eso fue como a las 10:40 pm, íbamos platicando, riéndonos y yo con contracciones algo frecuentes y de pronto estaban unos oficiales parados y le dicen a Valeria que bajara la ventana. Yo no quería decir que iba a tener a mi bebé en Estados Unidos por muchos comentarios que escuchaba negativos, pero por cualquier cosa llevaba los papeles, estudios, contrato y obvio lo que más les importa a los gringos, los recibos de pago. Entonces se asoma el oficial y nos pregunta que si qué éramos y ya le contestamos que hermanas y si yo estaba embarazada y le conteste que sí y me preguntó que cuánto tiempo tenía y le dije 7 meses jojo (no tenía mucha panza) y justo en ese momento que se acerco el oficial se me quito la contracción !!fue milagroso!! J y siguió platicando un poco algo simpático y ya continuamos con la fila, ya estábamos cerca de pasar,  yo rogaba que no tuviera las contracciones cuando estuviéramos en la caseta con el migra. OMG nos tocó ya el verde y le dije a mi hermana que se esperara, que se me estaba quitando la contracción y en eso pasamos y bajamos la ventana de nuevo (obvio yo iba atrás) y preguntó que a dónde íbamos y le contestamos que con unos amigos a San Ysidro y me preguntó que cuanto tiempo tenia de embarazo y le dije que 7 meses !!y nos dejo pasar!!!. E cuanto pasamos me dio otra contracción. OMG!! iba hablando con mi bebe y le decía que ya nos íbamos a conocer, le decía a Maximiliano que todo estaría bien y que ya lo quería abrazar.

Cruzamos como a las 11:30 pm y de ahí nos estaban esperando unos amigos de mi esposo . Con ellos me iría a vivir unos días, según esto una semana antes del parto, pero pues como se me adelantó no fue necesario. El plan era llegar y preparar mi famoso te y cenar para hacer algo de tiempo ya que no quería ir a encerrarme al hospital y estar en cama. Quería caminar también para llegar con mas dilatación. Entonces llegamos, me hicieron mi té y nos fuimos a caminar afuera. Me dieron muchas ganas de devolver, se controló eso y seguimos caminando. Fuimos por unas hamburguesas al Carls Jr pero estaba cerrado y terminamos yendo a Mc Donals en la otra esquina. En esa caminata me incrementaron los dolores demasiado, no podía ni hablar, ni caminar, me detenía cuando venía la contracción, entonces les dije a mis hermanas y a las hijas de nuestros amigos que me regresaría porque no podía más, era demasiado, entonces me adelantaría a la casa. Llegando a la casa pedí entrar al baño, me dio un dolor muy fuerte en el estómago combinado con contracciones, me cambié porque seguía saliendo agua, me di mi tiempo respiraba, cerraba los ojos, hablaba con Maximiliano, le decía que todo estaba bien y que ya nos conoceríamos. Salí del baño y les dije que ya me quería ir al hospital que no aguantaba más, sería casi la 1:00 am. A esa hora quería llegar al hospital porque serían las 6 horas desde que rompí fuente. No podía ni caminar era un dolor muy profundo e intenso sentía que me abrían la espalda baja y me dolían las caderas y muchas ganas como de ir al baño (pero solo era la sensación). Recuerdo que mi hermana Rox estaba sentada comiendo y le dije que se lo tendría que comer en el camino. Yo a penas probé la hamburguesa, ya no podía, también le daba traguitos a mi té. Entonces nos despedimos, bueno yo no recuerdo haberlo hecho porque estaba mas concentrada en las contracciones, en respirar, lo que sí recuerdo es que me decían que eso no era nada de dolor, que serían más fuertes cuando se acercara el parto y yo súper asustada, no podía creer que seria más doloroso, entonces estaban apostando entre mis hermanas y mis amigos cuando nacería Maximiliano y el pronóstico no era alentador. Decían que hasta la tarde-noche de ese día 27 ya. Entonces bajé las escaleras del apartamento y al carro muy despacio  porque realmente  me dolía. El camino al hospital se me hizo eterno, le decía a mi hermana que se apurara, ellas iban bromeando y riéndose y yo ya no podía las tuve que callar no quería ruido.

Por fin llegamos al hospital caminando súper despacio, ya quería llegar al cuarto y que me pusieran la EPIDURAL jajaj ya no podía más, era lo único en que pensaba, entonces me registré y el muchacho de recepción me vio como estaba y me trajo una silla de ruedas y el me subió al piso de los partos, llegando a la recepción del segundo piso (partos) me hicieron varias preguntas, una de ellas que a que hora había roto fuente, si era  primeriza, también les dije que tenia diabetes gestacional. Yo ya no quería que preguntaran nada, yo solo decía "ya no aguanto más" jajaj "pónganme la epidural y por favor quiero la pelota" (pelota grande para hacer ejercicios para sentir menos las contracciones) y entonces me siguieron preguntando cosas. Ya les dije que la fuente se rompió como a las 7:00 y decían entre ellas no pues le falta mucho, veían el reloj y  hacían cuentas y me veían como esta escandalosa jajaj a penas va empezando y ya no aguanta. Entonces me dijeron "¿Qué no viniste en la mañana a traer tu Plan de Parto y en el expresaste que querías un parto natural, sin anestesia, sin epidural sin nada de medicamentos?" jaja y yo ya no podía más, les dije que ya quería que me pusieran la epidural, entonces me llevaron al cuarto me dieron una bata de esas que dan en los hospitales y me pidieron que me quitara toda la ropa. Entonces fui al baño muy despacio y noté que ya se había desechado el tapón, a penas podía moverme, hasta me sentía mareada, entonces salí ,me acostaron en la cama y me dijeron que ya no me levantara. Entonces me pusieron algo en el estómago para ver las contracciones, un tipo ultrasonido donde se medía en curva las contracciones y vino la enfermera a realizarme un tacto a lo cual me dijo cuando terminó que le hablaría a otra compañera y yo no sabia por qué, no me dijeron nada, me hicieron un catéter en la mano y vino la otra enfermera y yo ya no podía, les decía que me dolía mucho, pedí hielo y eso me ayudo un poco, pregunté por la persona que administraba la epidural, jaj la enfermera me hizo de nuevo el tacto y me dice tienes 10 de dilatación :O OMG!! no lo podía creer, con razón ya no aguantaba y ellas asombradas por eso me hicieron dos tactos diferentes enfermeras inmediatamente. Me decían que no podía ser que tan rápido, y yo tenía la necesidad de pujar, me decían que si tenía más hijos y pues no, es el primero, y no podían creer que primeriza y tan rápido. Todas las enfermeras hablaban inglés y eso me ponía más nerviosa. Decidí ya no ponerme nada, ya eran los dolores más fuertes que tendría así que les  dije que así, pero que ya no aguantaba y me decían que el bebé no había bajado que tenía que esperar, pero ya no aguantaba. Estaba también eufórica, emocionada, en los momentos que en se me quitaba la contracción aprovechaba para pintarme jaj y puse a mi hermana a que me peinara, jaja y el doctor no llegaba. El doctor llegó por fin, me dieron instrucciones del puje, posiciones y para hacerlo en cuanto me indicaran, que ellos contarían, también les decía que no quería episiotomía. Pedí un espejo para estar viendo todo.

Llegó el momento del primer intento, veía a mi hermana Vale y estaba roja, morada pujando conmigo y la otra estaba al lado mío tomando fotos. Al segundo intento nació mi bebé, recuerdo verlo, el dolor se detuvo, solo pensaba en tenerlo conmigo y saber que estaba bien. Preguntaba si todo estaba bien (por lo de la diabetes) y pedí que me lo pasaran inmediatamente para abrazarlo,  le decía "Bienvenido, felicidades" y que lo amaba. !!Y también corté el cordón umbilical yo!! y después proseguí a amamantarlo, mientras el doctor y las enfermeras hacían lo que tenían que hacer. Mi bebe nació a las 3:02 am, pesó 2.940 kg y midió 47 cm. Lo tuve casi una hora conmigo, después se lo pase a la enfermera para que lo bañara, lo pesara, le pusieron algo en los ojos para la infección, posteriormente exámenes que hacen en el hospital, lo inyectaron, prueba de oído, etc.

Todas las enfermeras me felicitaron porque fue un parto súper rápido.

Creo que sí lo que me ayudó bastante es que todo mi embarazo fui muy activa, leía mucho e hice yoga, Pilates, caminaba diario el último mes, comía muy bien (ensaladas, frutas), tomaba mucha agua, lo que me aconsejaron es que para mi próximo parto al primer dolor me fuera al hospital.

Espero que mi experiencia le pueda servir a alguien. Mi labor de parto y mi parto fueron
súper rápidos, la verdad que nunca pensé que sería tan rápido. Debemos estar conscientes
de que cada parto, cada embarazo, así como cada mujer es diferente. Debemos hacerle
caso a nuestro cuerpo !y confiar en que podemos!
 
 
 

 

Primer Foro sobre Violencia Obstétrica


Para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, Crianza Alternativa, el colaboración con la Red Iberoamericana Pro Derechos Humanos y Mutzu Yoga, organizaron el Primer Foro sobre Violencia Obstétrica en Tijuana, el 8 de marzo de 2014 en Mutzu Yoga.

El objetivo del foro fue realizar un primer acercamiento al tema y dar inicio a una intensa labor de concientización, debate y activismo para mejorar las condiciones de la mujer durante el embarazo, parto y puerperio y eliminar la discriminación y violencia que sufren las mujeres por parte del personal médico.


La violencia obstétrica, es una violación a los Derechos Humanos y reproductivos de las mujeres, que puede ser física cuando se aplican procedimiento innecesarios durante el embarazo y el parto, cuando se manipula u omite información o cuando no se respetan los tiempos o posibilidades del parto biológico. También puede ser psicológica cuando se discrimina, humilla, insulta, amenaza, intimida, regaña a la mujer, privandola de la experiencia digna, trascendental y placentera que es el parto.



Durante el foro se contó con la participación de expertas que abordaron el tema desde diferentes enfoques. La Lic. Mayela González, Instructora de Yoga certificada por Yoga Alliance con la especialidad en Yogaterapia, Yoga Infantil y Yoga Pre-post natal, certificada por ToLabor como Doula de Parto y Postparto y certificada por Birthing From Within como Mentora de Arte de Nacimiento, habló sobre las implicaciones médicas de la violencia obstétrica. Enfatizó que aunque la cesárea y los avances médicos en general son una bendición que salva vidas, son realmente contraproducentes y peligrosos si no se utilizan correctamente. También mencionó la falta de conocimiento sobre los tiempos reales de un parto y sus fases, lo cual provoca la estandarización de los tiempos del mismo y conlleva a intervenciones innecesarias por parte del personal médico.

Por otro lado la Lic. Liz Palacios, Doula y Terapeuta en Psicología Prenatal, abordó el tema desde el punto de vista psicológico, explicando que la violencia obstétrica puede darse en cualquier etapa de la vida sexual y reproductiva de la mujer. Mencionó lo trascendente de vivir el momento del parto con respeto y dignidad y que la mujer tenga la posibilidad de tomar decisiones informadas, ya que al final no se trata de si se tiene un parto vaginal o no, si no de que la mujer se sienta plena y empoderada después del parto. Mencionó algunas de las consecuencias del suministro artificial de oxitocina y de las hormonas naturales que juegan un papel fundamental durante el parto para el apego entre la madre y el bebé.

Por su parte la Mtra. Merixtell Calderón Vargas, Maestra en Derechos Humanos por la Universidad Carlos III de Madrid, expuso sobre el marco jurídico y las implicaciones legales de la violencia obstétrica. Comparó varias leyes estatales contra la violencia hacia la mujer, que en algunos estados mencionan y describen de manera específica la violencia obstétrica. Explicó que al ya existir ese precedente en otros estados, resulta viable realizar una labor de activismo para exigir la inclusión del término de violencia obstétrica en la ley estatal en Baja California.

Finalmente, algunas de las madres invitadas compartieron sus experiencias de parto, positivas y negativas y algunas incluso fueron víctimas de los malos tratos por parte del personal médico o de humillaciones durante el parto. Cabe mencionar que varias mujeres relataron como en el Seguro Social se pretende imponer el DIU en las mujeres que paren ahí, lo cual significa una campaña de esterilización forzada y que representa un crimen contra la mujer, ya que la única manera en la cual el Estado puede y debe intervenir en estos ámbitos es mediante la información y educación a las mujeres, jamás imponiéndoles algo sobre su propio cuerpo.

Sin duda este primer acercamiento sobre el tema inicia un diálogo entre las mujeres que toman consciencia sobre su cuerpo y su maternidad y es el inicio de una labor en pro del parto digno y respetado.

El foro fue moderado por la Psicóloga Judith Cabrera de la Rocha de la Universidad Autónoma de Baja California. Las fotografías fueron realizadas por Francia Rosas, Guía Montessori y Fotógrafa.

A continuación las fotografías del foro:


































Por un parto digno y respetado
8 de marzo de 2014
Día Internacional de la Mujer

Llegada de Baby Sophy a este mundo - Historia de parto

El 2013 llegó con muchas bendiciones para Juan Pablo y para mi, cuando en el mes del amor y la amistad nos dan la noticia que seremos papás de un granito de arroz que latía tan rápido como si no hubiera mañana. Quedamos impactados y con una sonrisa entre nervios y felicidad... Aunque siempre platicábamos como sería cuando llegara, el nombre y apodo que le pondríamos y hasta los berrinches que nos haría y quién la consentiría mas, etc... no podíamos creer que ya estaba aquí, formándose dentro de mi.

A pesar de las complicaciones de salud, amenazas de una probable pérdida, situaciones familiares bastante tensas y algunas otras cosas, puedo decir que no hay mejor etapa que la espera llena de amor de un nuevo ser. Quisiera contar la maravilla que es disfrutar tu emabrazo de todo a todo pero espero para ello escribir un post diferente.

La llegada de Baby Sophy puedo decir que comenzó en mi semana 37, cuando las contracciones de Braxton (de práctica, que tu cuerpo tiene para prepararse para las verdaderas) ya eran bastante seguidas, incluso hasta había días que tenía 8 en una hora, pero aún eran irregulares. Fue entonces que el día de mi cumpleaños (3 dias antes de las 38 semanas) tuve revisión y decidímos ya quedarnos en San Diego para esperar el gran día para conocer a nuestra princesita.

Mi rutina de ejercicios seguía super puntual, caminar entre una hora a hora y media, ejercicios de yoga con la pelota, alimentación sana y platicar todos los días con Sophy de cómo sería el momento de su llegada, conocernos y que la estábamos esperando con mucha alegría y amor. Que teníamos que ser super valientes ese gran día. Mucho me ayudaron las palabras y consejos de mi comadre Paulina sobre visualizar mi parto, convivir con ella en su embarazo y parto e iniciar junto con otras mamás excepcionales el blog de Crianza Alternativa conociendo sus experiencias.

A finales de semana como tenía contracciones seguidas pero irregulares fui a revisión de nuevo. Entonces tenia 38 semanas con 2 dias aproximadamente y ya tenia 1cm de dilatación, pero la señal aun no llegaba (que era el tapón mucoso, rompimiento de la fuente o bien las contracciones regulares cada 5 min por un período de dos horas y ya sin parar). Y bueno, la recomendación de la doctora era "Sigue caminando. El parto comenzará mas pronto de lo que esperas. ¡Esto ya inició y no hay vuelta atrás!". Eso fue un jueves, para el viernes nos fuimos JP y yo a caminar todo el dia a Balboa Park con 39 semanas, contracciones fuertes y seguidas, 1cm de dilatación y caminar mucho y a pocas calles el hospital, posiblemente ya llegaba nuestra bebé. Empezaron tan seguidas (siempre traía conmigo mi hojita y pluma anotando la frecuencia, hora y duración de cada contracción) ya por la tarde que pensamos que ya era el día. Llegamos al hospital y ¿qué creen? ¡Falsa alarma! "Vaya a su casa a descansar y no venga hasta que tenga la fuerte rota o que no pueda hablar ni caminar del dolor" y yo de ¿queeeeeé? ¿Más aún? ¡Pues nimodo a descansar! "Ya ni contaré la frecuencia, ya no haré nada más hasta que llegue" me dije. El lunes (3 días antes de mi semana 40, que mi fecha probable de parto era presisamente el 10 de Octubre) me dice la doctora que ya tenía 4cm de dilatación, que al parecer había hecho muy buen trabajo, pero a esperar el momento. Para el día siguiente por la noche ya dolía mucho pero dije "hasta que no rompa la fuente no iré al hospital". Estaba preparada para el dolor, pues mi plan de parto incluía el no usar anestesia para que fuera lo más natural posible. El martes ya como a las 10 pm estaban tremendas pero hasta que no estuviera segurísima de que fueran tan seguidísimas pues no quería ir de nuevo al hospital.

Pues sí, a la media noche del martes para amanecer el miércoles 9 de octubre no habían parado, empecé a anotar de la 1 a las 3 am cada 10 minutos, después de 3 a 5 am cada 5 a 3 minutos entre una y otra contracción, ahora sí, el momento llegó, desperté a Juan Pablo para decirle que ya había comenzado, que preparara todo, me iba a bañar, alistarme y nos íbamos al hospital. Por ser la hora del tráfico salimos a las 6 am y llegamos hasta las 7 am al hospital. Me recibieron súper bien, la enfermera monitoreó todo y el doctor decidió que nos quedábamos, que ese día nacería mi bebé.

Una vez admitida en el hospital que elegimos le comenté a la enfermera que tenía un plan de parto (que es un documento donde escribes todos tus deseos a la hora del parto y el recibimiento de tu bebé) hecho a mano una noche antes y completado camino al hospital pero lo llevaba y se lo entregué a Christina mi enfermera. Ella se encargó de leerlo y llevárselo a mi Doctor, a lo cual él lo colocó como la primer hoja de todo mi expediente médico. Entre las cosas que deseaba fueron:
  • Un parto lo más natural posible.
  • No utilizar anestesia epidural o algún medicamento a menos que sea necesario médicamente.
  • Estar con el papá de mi bebé únicamente, durante todo el proceso, la labor de parto y nacimiento de mi bebé, no personas externas y personal médico indispensable.
  • Tener la libertad de moverme, caminar, tener mi pelota de pilates que estimula ejercicios para el trabajo de parto.
  • No realizar tacto a menos que sea necesario para evaluar evolución y siempre preguntarme.
  • Sin episiotomía a menos que sea estrictamente indispensable.
  • Cortar el cordón umbilical hasta que deje de latir.
  • Amamantar a mi bebé en sus primeros minutos de vida, entre otras.

Después de la admisión nos pasaron a la sala de parto, una habitación bastante cómoda y amplia, estuve muy feliz con el trato tan amigable y humano durante todo el proceso, respetando en todo momento mis deseos y atentos, tanto la enfermera como el Dr. Bulloch. Hay todavía doctores y enfermeras conscientes del acontecimiento de la vida humana. La información es poder y la comunicación médico-paciente es esencial para vivir una experiencia única que recordarás el resto de tu vida.

Pasaron varias horas y ya para las 3 pm me revisaron por segunda vez para ver mi evolución. A pesar de que se intensificaba el dolor de las contracciones no hubo avance, seguía en 4 cm. Dos horas más tarde ya estaba en 6 cm ¡Yeeiii! tan solo faltaban 4 cm y dos horas más tarde seguía todavía en 6 cm, es decir, duré casi 4 días en 4 cm, ya llevaba 4 horas más en 6, pero llevaba 20 horas en labor de parto activo y había parado mi progreso. El doctor me dijo que tenía que hablar con nosotros,que era momento de evaluar tener una ayudadita, que el entendía que quería que todo fuera natural pero había que tomar en cuenta ciertos factores, uno era que ya llevaba 20 horas en labor de parto activo y por soportar el dolor sin anestesia mi cuerpo se concentraba más en eso y es posible que por ello parara el progreso, lo segundo es que para ese tiempo comienza a tener menos oxigenación el bebé y puede comenzar a sufrir y que con cada contracción cambia el ritmo cardiaco. Entonces teníamos 3 opciones de "ayuda". La primera fue el rompimiento artificial de la fuente, que puede ayudar a acelerar el proceso. La segunda, la administración de oxitocina y por último la introducción de un monitor que ya nisiquiera me acuerdo. Mi energía y mundo comenzó a nublarse. Las cosas no estaban saliendo como había imaginado y mi bebé comenzaba a sufrir por mi culpa y para nada me gustaba la idea de medicamentos. Con eso que leí que con la anestesia nacen dormiditos los bebés y no le echan ganas ni quieren amamantar, etc. Pregunté si era verdad y el doctor y me comentó que no es del todo cierto, un bebé puede nacer dormidito y al momento de entrar al contacto con el oxígeno reacciona. Y entonces hubo cambio de enfermera, la cual se veía acelerada, enérgica y un poco menos empática que Christina, su nombre era Morgan y para nuestra sorpresa también fue una increíble aliada y siempre echándonos porras de que todo saldría bien y lo lograríamos pronto.

La desición más difícil en ese momento fue renunciar a mis ideales y hacer lo que fuera mejor para mi Sophia. Entonces fue que me dijo el doctor que los siguientes métodos podrían ser aún más dolorosos (y eso que ya se salían del monitor de lo intensas y seguidas, pero tan solo pensar que una menos y mi bebe ya estaría conmigo valía la pena) entonces me dio una hora para pensar la desición. Juan Pablo me dijo que no quería que sufrieramos las dos y si era necesario tomar la sugerencia del doctor la tomara con toda libertad, que la desición era mía y el nos apoyaba. Entonces decidí pedir la epidural ya a las casi 21 horas de labor de parto activo. Llegó el anestesiólogo, aplicó la tremenda jeringota con la anestesia y entonces deje de sentir. Llegó el doctor una vez que hizo efecto la anestesia y me pidió autorización para poder romper la fuente y acepté. Una vez que inició el proceso vi la cara no tan buena del doctor y le pregunté que pasaba y me comentó que salió verde el liquido, es decir, la bebé había hecho meconio (que es peligrosisímo si lo ingieren porque contamina todo su organismo y en algunos casos pueden morir) seguro me puse pálida, pero me comentó que era poco y mi bebé podía nacer bien, solo que la revisarían un poco más al nacer. Pasaron una hora y media más y solo avanzó un centímetro más, ya estaba en 7 cm pero iba lento y ya sin líquido amiótico. Entonces me pidió autorización para administrar la oxitocina pues la frecuencia de las contracciones había cedido. Le comenté a la enfermera que me estaba dando sueño. Me dijo que me recomendaba descansar porque con tanto agotamiento no tendría fuerzas para la hora del "push" y le tomé la palabra.

En todo momento le dije a mi doctor que mi miedo más grande era que fuera cesárea y yo quería todo natural y él en todo momento me aseguró "Hoy tendremos una hermosa bebé con parto natural" aún con los pequeños imprevistos. Eso me daba mucha seguridad. Me dormí 40 minutos y comencé a sentir dolorcitos-piquetitos y le dije a Morgan y se le hizo raro. Me dijo ¿puedo revisar si hay evolución? Le dije que sí, revisó y con su cara de sorpresa y con una sonrisa me dijo ¡Ya estamos en 10 cm! Déjame voy por mis cosas y a avisarle al doctor para iniciar con el "push". Prepárense que ya va a nacer. Y que comienza la parte emocionante ya podía sentirla y ya venía. ¿Que sentiría al cargarla? Al escuchar su vocesita ¿Me reconocerá? ¿Será como la imaginé? ¡No lo podíamos creer! Ya para entonces comenzaba a sentir las contracciones pero no dolían, quizá ya era la emoción.

A las 00:23 del 10 de octubre de 2013, con todo el equipo médico y a un "push" de conocer a mi chiquitita, llegó el momento. Con todo el amor y todas mis fuerzas hago el "push" que cambió mi vida. Llegó a este mundo mi bebé. Veo a mi Sophia limpiecita unida a mi con el cordón y automáticamente comienza a llorar "Wuuuaaaa... Wuaaa" y me la ponen en mi pecho, piel con piel. La estaba cargando en mis manos, cabía, ya estaba con nosotros. Le dije "Bienvenida a este mundo mi amor. Eres la mas grande bendición. ¡¡Te amo!!" Las primeras palabras que escuchaba mi bebé. 

Ya eramos una familia :D entonces el doctor comenzó a pasar la sangre del cordón a Sophy para que JP pudiera cortar el cordón y entonces pasar a pesarla y medirla, todo sin perdela de vista(ahora ya todo está en tu mismo cuarto, incluso la incubadora). Después me la entregaron para amamantarla justo a la media hora de haber nacido. Después de todo era como lo había soñado, imaginado y deseado. Y desde entonces no queria dejar de verla, cansada y todo, mi sonrisa no podía ser más grande. Aunque la amamantada no fue como lo imaginaba, otro reto comenzaba pero si ella fue tan valiente de luchar por nacer y estar con nosotros, yo como nueva mamá no podía fallarle. Una nueva mamá y papá también nacieron ese 10 de octubre. La mejor expeciencia de vida ha comenzado desde que supe que estaba en camino, ahora teniéndola en casa no hay cosa más hermosa, definitivamente es el amor de mi vida.

Quiero dar las gracias a todos aquellos que estuvieron con nosotros durante esta hermosa etapa, que nos tendieron la mano, nos abrieron las puertas de su casa y estuvieron para apoyarnos, familia, amigos, equipo de Scripps Mercy Hospital San Diego (Dr. Edgar Bulloch, Christina y Morgan) y por supuesto mi tribu de Crianza Alternativa, que gracias a sus consejos y experiencias fui una mami informada durante todo mi embarazo, parto y ahora crianza natural de mi bebé.



-Erika