Durante mis noches de navegar la red me tope con esta entrevista al Doctor Carlos González. Me llamo mucho la atención porque hablaba de papas profesionistas, y como balacear el tiempo que estamos fuera con el tiempo que le damos a nuestros hijos. Aunque se escuche cursi, es tan sencillo como “las cosas que realmente importante y necesitan nuestros hijos no son las materiales”, no son las mejores carriolas, no son los juguetes mas populares, no son cada nuevo instrumento que sale al mercado que “todo bebé debe tener”, si no es el amor, la atención y el tiempo que les damos. No importa que trabajes, no importa que vayas a la escuela, pero el hecho de que llegas a la casa y recibes a tu bebé en tus brazos, y te dedicas el tiempo de platicarle, jugar con el o ella, abrazarlo, apapacharlo y atender sus necesidades (que realmente son muy pocas cuando están chicos) vale mas para ellos que 5 juguetes nuevos.
Esto no es científico, es lógica. No necesito ningún estudio hecho a 1000 bebés por doctores de un pais desarrollado que me diga lo contrario o que me diga que esto esta bien. Yo lo veo en los ojos de mi bebita, yo lo veo en su sonrisa y en la forma que se comporta. Mi niña es una niña feliz porque yo le he demostrado que amor y atención no le falta.
Este y otros temas importantes explica la entrevista, los invito a leerla y a comentar sobre sus experiencias, dudas o cualquier pregunta que tengan sobre la crianza natural.
-D
El pediatra, defensor de la lactancia materna, recomienda la crianza natural de los hijos
Por Raquel Quelart
La Vanguardia / Barcelona
Tener un hijo es una
experiencia trascendente. Es como una semilla que se planta para garantizar el
paso a la eternidad. Por eso es tan importante ser padres, más que el dinero o
el trabajo, aunque muchas veces a los hijos no se les dedica el tiempo
suficiente. Para el pediatra Carlos González, presidente de la Asociación Catalana
Pro Lactancia Materna (ACPAM), es un grave error. Hay padres que
colman a sus hijos de regalos para tapar su falta de atención, cuando lo que
necesitan son más horas de padre y de madre. González recomienda no hacer caso
de los libros que dan consejos para criar a un niño porque lo mejor es dejarse
llevar por el sentido común. Parece extraño que lo diga precisamente él, que acaba
de publicar Entre tu pediatra y tú. Pero es lo que le dicta su
experiencia como pediatra, pero también como padre de tres hijos, que ya comen
y ya duermen.
- ¿Cómo criar bien a un
niño?
- Compartiendo el mayor
tiempo con él.
- Pero hay muchos padres que
tienen que trabajar.
- Sí, pero en el fondo
todo el mundo se puede permitir cuidar de sus hijos. Mis padres lo hicieron
conmigo. Es cuestión de prioridades.
- ¿De qué prioridades?
- Si quieres poseer muchas
cosas materiales o estar más tiempo con ellos. A veces el nivel de vida no
depende tanto del dinero que ganas sino de vivir cómo quieres y hacer lo que
quieras.
- Sus padres lo educaron
así.
- Preferían estar conmigo
antes que trabajar, aunque no íbamos de vacaciones ni teníamos coche. Yo he
seguido el mismo ejemplo. Cuando nacieron mis tres hijos dejé de trabajar y me
dediqué a escribir desde casa, porque ¿hay algo más gratificante que ser padre?
- No lo he podido
comprobar.
- Hombre, si eres
ministro, premio Nobel o cirujano salvavidas, podría ser que fuera más
gratificante, pero si eres un pediatra del montón, un paleta o trabajas en un
supermercado, lo que más te gratificará serán tus hijos.
- ¿Por qué tener hijos es
tan trascendente?
- Dentro de unas décadas
lo único que quedará de nosotros será nuestra descendencia. Lo leí en la calle
cuando era adolescente, en una pintada en la pared que decía: "Hay que
considerar la posibilidad de que la inmortalidad esté en los hijos".
- Nunca me lo había
planteado.
- Cómo sean y cómo vivan
dependerá de nosotros.
- ¿Qué significa criar a
un niño de forma natural?
- Lo normal en la especie
humana es hacer caso de nuestro bebé: cuando llora, cogerlo en brazos; si se
despierta, consolarlo
Eso de ponerlo a dormir en una habitación aparte y no acostumbrarlo a los
brazos se ha inventado recientemente.
- ¿Y si no quiere dormir
solo?
- Sobre todo no hay que
dejarlo llorar. Es igual que si llegáramos a casa y nos encontráramos a nuestra
esposa sollozando, ¿no sería normal preguntarle qué le ocurre? ¿Y si es mi
hijo, voy a pasar de largo y ponerme a leer un libro? ¡Pues claro que me voy a
preocupar!
- ¿Qué tiene que hacer un
padre si su hijo llora por la noche?
- Pues, hacer caso a su
hijo, porque, sino, o bien no le dejarán dormir sus llantos o bien sus
remordimientos, que durarán mucho más que los lloros. Y yo no quiero vivir con
el recuerdo de que "mi hijo me llamaba y yo no fui".
- ¿También lo podemos
meter en nuestra cama?
- Claro que sí.
Normalmente es lo más cómodo, aunque hay quien se empeña en levantarse seis
veces cada noche para consolar a su hijo, pero no estoy dispuesto a hacer ese
sacrificio cuando todo se resuelve metiéndotelo en la cama.
-
- Yo dormí con mis padres,
y mis padres con sus abuelos. La mayoría de la gente también lo ha hecho, pero
le cuesta salir del armario porque está mal visto. Dijo Gabriel Mistral que
"es amargo todo hombre que nunca haya dormido en el regazo de su
madre".
- Pero no hay ningún
estudio científico que lo corrobore.
- El prejuicio es pensar
que los niños que duermen con sus progenitores son más dependientes. Pero,
según algunos estudios, los que pernoctan en la cama de sus padres tienen menos
problemas de salud mental.
- Vaya.
- Los padres suelen
imponer a sus hijos normas absurdas que hacen sufrir a sus hijos y a ellos
mismos. Por ejemplo, no cogerlos en brazos a menudo o dejarlos llorar cuando
los ponen a dormir solos.
- Entonces, ¿qué normas
hay que seguir?
- Las que quieran los
padres, las que les resulten más cómodas de llevar a la práctica. Estoy
convencido de que no se necesitan libros para criar a un niño.
- Y lo dice usted que es
escritor, además de pediatra.
- Sí, me di cuenta de que
muchos padres o bien se sentían preocupados por no poder poner en práctica los
consejos que leían en libros o bien se les partía el corazón cuando los
aplicaban.
- ¿Los padres se preocupan
a veces demasiado por sus hijos?
- En cierto modo sí. Y
pienso que es consecuencia de que la mayoría de la gente tiene menos hijos que
antes y se preocupa por cosas absurdas. Una madre me llegó a decir que qué
podía hacer si a su bebé no le gustaba el calabacín. Pero, ¡si muchos padres
con siete hijos ni se cuestionan si estos se alimenten a base de hamburguesas y
patatas fritas!
- ¡Qué diferencia!
- Hoy en día el 80% de las
madres son novatas porque no llegan a tener más de un hijo.
- Y aún así no consiguen
educarlos como quieren.
- En España los niños
empiezan a ir a la guardería a los cuatro meses de vida, cuando en países como
Alemania sólo van un 6%, y en Finlandia la escuela normal no empieza hasta los
siete años. Por no hablar de los padres que dejan al niño una hora antes de
empezar las clases y los recogen una hora después de terminarlas.
- Tienen que ir a
trabajar.
- Sí, y como muchos se
sienten mal, intentan compensarlo dándoles todo su afecto y cariño cuando están
con ellos. Pero hay otros padres que, como les han dicho que coger a un niño en
brazos o hacerle demasiadas caricias es malcriarlo, optan por comprarles
juguetes, aparatos electrónicos y llevarlos de vacaciones, con lo cual
necesitan trabajar más y, por tanto, estar menos con sus hijos.
- Es un pez que se muerde
la cola.
- A veces sustituimos las
cosas realmente importantes, como el contacto, el cariño y el afecto, por cosas
materiales. Da pena escuchar a padres con niños adolescentes problemáticos
decir "ay, con las horas que he trabajado para que no le faltara de
nada", pero a lo mejor lo que necesitaba ese niño eran más horas de padre
y de madre.
- Incluso, hay niños que
no quieren comer mientras sus madres trabajan.
- Sí, este fenómeno es
frecuente en niños de cuatro o seis meses de edad. Es una conducta que se
observa sobre todo en bebés que toman el pecho. La mayoría de los niños, si
fuera por ellos, estarían mamando hasta los dos o cuatro años.
- ¿La solución es
conciliar mejor vida laboral y familiar?
- Efectivamente, tenemos
una de las tasas de natalidad más bajas de Europa. Otros países como Suecia
tienen dos años de baja por maternidad o reducción de jornada con sueldo
entero. Pero en España las ayudas cuando tienes un hijo son una auténtica
vergüenza.
- Lo más importante para
criar a un bebé es
- No decirle muchas veces
te quiero, porque no lo entiende, hay que demostrárselo: abrázale, bésale mucho
y hazle sentir que estarías dispuesto a todo por él.
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