Ejecutivas, empresarias,
trabajadoras, profesionistas, amas de casa, estudiantes, las mujeres modernas
no permitimos la violencia de género, pues nuestro trabajo nos ha costado ganar
espacios y derechos en nuestras sociedades. Educadas y conscientes de nuestros
derechos, no estamos dispuestas a ser tratadas como ciudadanas de segunda o
discriminadas por nuestro sexo femenino. Sin embargo, al acudir a consulta con
el ginecólogo que atiende nuestro embarazo, nos entregamos con una actitud de
niña buena y obediente, poniendo todo en manos del obstetra, sin cuestioner.
Defendemos nuestros derechos en todos los ámbitos de la vida pública y privada,
a menos que aquél que nos someta porte bata blanca, a quien consideramos un
experto, preparado, poderoso e incuestionable, ¡un médico con licencia para
abusar!
Muchas mujeres callamos lo
que nos pasa cuando estamos embarazadas o al momento de parir, porque lo
consideramos normal. También porque es tabú, porque parir es un acto sexual del
cual no se habla. Nadie reconoce que fue víctima de violencia. Pensamos que así
debe ser, aunque nos arrebaten una experiencia tan trascendental: El nacimiento
de nuestrx hijx. A fin de cuentas, se nos dice que lo único que importa es que
“el bebé nació bien” y que deberíamos de estar agradecidas y no quejarnos de
nada. Claro, el bebé es lo más importante, pero la mujer también importa, no es
justo minimizar su experiencia y mucho menos tratándose de un momento tan
significativo como el parto. En ese momento nace un nuevo ser, pero también
nace una madre y la experiencia es algo que perdurará en la vida de ambos para
siempre.
Claro, absolutamente nadie
va a poner en riesgo la vida de su bebé, pero nos han infundido el miedo a un
proceso tan natural como el parto, que consideramos que es algo sumamente
peligroso, en donde la vida de nuestro hijo corre peligro y es necesario
ponernos en manos de los doctores y la tecnología para salir vivos. No es así,
el parto no es una enfermedad que necesita ser tratada o curada por doctores en
hospitales. El parto es un proceso fisiológico y todas las mujeres podemos
parir, está en nuestra naturaleza, nuestro cuerpo está diseñado para hacerlo.
Si bien la medicina y los avances científicos y tecnológicos han ayudado a
disminuir los riesgos del parto, así como intervenir en situaciones en que se
necesita ayuda externa, se ha llegado a un punto en que la medicina se ha
apoderado del acto de parir. El parto es de las mujeres, es nuestro.
¿Qué es la violencia obstétrica?
La violencia obstétrica,
es una violación a los Derechos Humanos y reproductivos de las mujeres, que
puede ser física cuando se aplican procedimiento innecesarios durante el
embarazo y el parto, cuando se manipula u omite información o cuando no se
respetan los tiempos o posibilidades del parto biológico. También puede ser
psicológica cuando se discrimina, humilla, insulta, amenaza, intimida, regaña a
la mujer, privándola de la experiencia digna, trascendental y placentera que es
el parto.
En primer lugar, existe
la violencia obstétrica física, cuando se imponen intervenciones innecesarias
durante el parto. Existe la obsesión por parte del personal médico de tener el
control total sobre la mujer parturienta, así como de acelerar el parto sin
respetar sus tiempos biológicos. A pesar de tratarse de un proceso fisiológico
impredecible y complejo y de que cada mujer y cada caso son diferentes, se
aplican los mismos protocolos y procedimientos para todas, muchos de estos ya
obsoletos y que no se practican en los países más desarrollados. De entrada, si
una mujer tiene más de 40 semanas de gestación se le presiona para inducir el
parto artificialmente o realizar una cesárea, sin respetar los tiempos del bebé
y de la madre. Además, desde que la mujer llega al hospital se le acuesta en
una camilla con las piernas abiertas y los genitales expuestos al personal
médico, enfermeras y practicantes que pasan por ahí, con la luz intensa
exhibiéndola, cuando en realidad el parto es un momento íntimo y es difícil que
las hormonas, que juegan un papel fundamental en ese momento, como la
oxitocina, se activen cuando la mujer no se siente tranquila y en confianza
para que su cuerpo realice este proceso natural. Y así debe permanecer durante
todo el transcurso, acostada e inmóvil, completamente pasiva, a pesar de que
ésa es la manera más antinatural de parir, ya que la mujer por naturaleza está
activa cuando está pariendo y puede tener ganas de caminar, ponerse en
cuclillas, boca abajo, pararse, sentarse, bailar, gritar, meterse al agua,
apretar, callar, pujar, todo a su tiempo y ritmo.
Asimismo, no le permiten
comer o ingerir bebidas. Durante todo el proceso se le realizan monitoreos
innecesarios sin que se le explique lo que sucede, como si no fuera una
persona, como si nada estuviera en sus manos, nada fuera su decisión. Incluso,
a la hora más decisiva, la de pujar, se realizan los pujos dirigidos en vez de
dejar que la mujer puje cuando siente la necesidad natural de hacerlo. Debido a
este excesivo control, el parto se frena, porque el cuerpo recibe la señal de
que no está a salvo para continuar con el proceso de parto. Es entonces cuando
viene la oleada de intervenciones, una tras otra, complicando cada vez más el
nacimiento.
¿Y cuáles son estas intervenciones intrusivas?
Se trata de protocolos
rutinarios y obsoletos sin ningún respaldo científico, tales como suministrarle
a la parturienta suero y medicamentos sin su consentimiento, muchas veces sin
siquiera explicarle lo que le están inyectando para que decida si lo quiere o
no; darle anestesia o la famosa epidural, realizarle constantemente tactos
vaginales durante el embarazo y proceso de parto, reventarle artificialmente la
fuente, suministrarle oxitocina sintética para que tenga contracciones
artificiales y acelerar el parto, realizarle la episiotomía, es decir, un corte
en el área perineo supuestamente para evitar un desgarre vaginal, a pesar de
que la Organización Mundial de la Salud la ha contraindicado, utilizar fórceps
o cualquier tipo de aparatos para sacar al bebé, realizar la también
contraindicada maniobra de Kristeller, o bien una cesárea, que aunque se nos
dice que es la manera más fácil y rápida de parir, debemos estar conscientes de
que se trata de una cirugía mayor, con todos los riesgos y complicaciones que
implica realizarla en una mujer que no la necesita, pues está completamente
sana, así como las consecuencias que trae para el bebé y la recuperación de la
madre, entre otros procedimientos.
Ahora bien, existe otro
aspecto de la violencia obstétrica que es el psicológico. Consiste en el trato
deshumanizado, grosero, humillante o discriminatorio, así como la omisión de
información durante el embarazo o parto. “Abre las piernas, bien que las abrías
antes, por eso estás aquí…” “Va a ser cesárea quieras o no…” “A la que está
gritando no la atiendan por gritona…” “De aquí nadie sale sin el DIU, si no te
lo pones no te damos de alta…” “Va a nacer la primera semana de enero tengas
dolores o no…” “Aquí no es hospital privado…” “Traigan a la hipertensa…” “Ya te
moviste, te manchaste, vas a infectar a tu hijo …” “¿Eres arquitecta? Para la
otra ahorra para una cesárea…” “Si no pujas tu bebé se te va a morir ahí
adentro…”. Todas las anteriores son frases comunes dichas a mujeres comunes, en
su momento más vulnerable.
Quisiera agregar un punto
que ha llamado mi atención en el Seguro Social Mexicano, que es la deliberada
campaña de que ninguna mujer salga del paritorio sin el Dispositivo
Intrauterino (DIU), con el objetivo de prevenir futuros embarazos. El problema
no es el método anticonceptivo en sí, si no el hecho de imponérselo a las mujeres
y no dejarles decidir. Existen testimonios de mujeres que, a pesar de
haberse negado explícitamente, recibieron el dispositivo sin su consentimiento,
en lo que es una clara violación a los derechos reproductivos de la mujer.
Existen otros testimonios de mujeres que fueron presionadas y amenazadas para
dejarse ponérselo. Alguien lo justificó como “una campaña para prevenir
embarazos no deseados” y yo me pregunto ¿campaña de esterilización forzosa? No
sé si muchos nos damos cuenta, pero la esterilización forzosa es considerada
como un crimen de lesa humanidad, un crimen de guerra y un delito grave de
violencia sexual. ¿Por qué lo permitimos y aceptamos como normal? Lo correcto
es concienciar y educar, pero es más difícil. Lo fácil siempre es someter y forzar.
La violencia obstétrica se
deriva en parte de la mala praxis y deficiencias de nuestro sistema de salud,
pero también de la inequidad de género y violencia contra la mujer que impera
en nuestro país y es aceptada socialmente. La mayoría de mujeres no la denuncia
porque se ha normalizado, a tal grado que no se reconoce que es un problema, y
también porque ser nueva madre es suficientemente abrumador a nivel hormonal,
físico, emocional y psicológico, como para, además, reflexionar y aceptar que
fuimos víctimas en un momento tan importante de nuestra vida.
Muchas mujeres, tras haber
sufrido un parto deshumanizado, se sienten desconectadas de su bebé, vacías,
tristes, deprimidas, físicamente mutiladas y violentadas, tienen dificultad
para establecer el apego y la lactancia materna debido a que no lograron
activar las hormonas necesarias que se agilizan durante un parto natural, son
arrebatadas de un momento único e irrepetible y no quieren, encima, lidiar con
el sentimiento de culpa al aceptar que han sido víctimas.
Nosotras creemos que el
primer paso para la sanación de una persona que ha sido violentada es reconocer
que ha sido víctima, reconocer que fue violentada y no minimizar la
experiencia. A lo mejor muchas mujeres no se asumen víctimas de violencia
obstétrica pero sí tienen sentimientos de tristeza, culpa o negativos que no
saben descifrar y una vez asumiendo lo sucedido se puede comenzar a trabajar
para sanar. Por otro lado, al reconocernos víctimas y decidir luchar para
cambiar en estatus quo, nos empoderamos y recuperamos la dignidad y el poder de
decisión que se nos han arrebatado.
PRIMER FORO SOBRE VIOLENCIA OBSTÉTRICA EN
TIJUANA
Crianza Alternativa en
colaboración con la Red Iberoamericana Pro Derechos Humamos y otras
organizaciones ha iniciado un proyecto para trabajar el tema de la violencia
obstétrica. El primer paso fue un foro informativo, el Primer Forosobre Violencia Obstétrica en Tijuana,
realizado por estas dos organizaciones el 8 de marzo de 2014 en Mutzu
Yoga, para conmemorar el Día Internacional de la Mujer.
El objetivo del foro fue
realizar un primer acercamiento al tema y dar inicio a una intensa labor de
concientización, debate y activismo para mejorar las condiciones de la mujer
durante el embarazo, parto y puerperio y eliminar la discriminación y violencia
que sufren las mujeres por parte del personal médico.
Durante el foro se contó
con la participación de expertas que abordaron el tema desde diferentes
enfoques. La Lic. Mayela González, Instructora de Yoga certificada por Yoga
Alliance con la especialidad en Yogaterapia, Yoga Infantil y Yoga Pre-post
natal, certificada por ToLabor como Doula de Parto y Postparto y certificada
por Birthing From Within como Mentora de Arte de Nacimiento, habló sobre las
implicaciones médicas de la violencia obstétrica. Enfatizó que aunque la
cesárea y los avances médicos en general son una bendición que salva vidas, son
realmente contraproducentes y peligrosos si no se utilizan correctamente.
También mencionó la falta de conocimiento sobre los tiempos reales de un parto
y sus fases, lo cual provoca la estandarización de los tiempos del mismo y
conlleva a intervenciones innecesarias por parte del personal médico.
Por otro lado la Lic. Liz
Palacios, Doula y Terapeuta en Psicología Prenatal, abordó el tema desde el
punto de vista psicológico, explicando que la violencia obstétrica puede darse
en cualquier etapa de la vida sexual y reproductiva de la mujer. Mencionó lo
trascendente de vivir el momento del parto con respeto y dignidad y que la
mujer tenga la posibilidad de tomar decisiones informadas, ya que al final no
se trata de si se tiene un parto vaginal o no, si no de que la mujer se sienta
plena y empoderada después del parto. Mencionó algunas de las consecuencias del
suministro artificial de oxitocina y de las hormonas naturales que juegan un
papel fundamental durante el parto para el apego entre la madre y el bebé.
Por su parte la Mtra.
Merixtell Calderón Vargas, Maestra en Derechos Humanos por la Universidad
Carlos III de Madrid, expuso sobre el marco jurídico y las implicaciones
legales de la violencia obstétrica. Comparó varias leyes estatales contra la
violencia hacia la mujer, que en algunos estados mencionan y describen de
manera específica la violencia obstétrica. Explicó que al ya existir ese
precedente en otros estados, resulta viable realizar una labor de activismo
para exigir la inclusión del término de violencia obstétrica en la ley estatal
en Baja California.
Finalmente, algunas de las
madres invitadas compartieron sus experiencias de parto, positivas y negativas
y algunas incluso fueron víctimas de los malos tratos por parte del personal
médico o de humillaciones durante el parto. Cabe mencionar que varias mujeres
relataron como en el Seguro Social se pretende imponer el DIU en las mujeres
que paren ahí, lo cual significa una campaña de esterilización forzada y que
representa un crimen contra la mujer, ya que la única manera en la cual el
Estado puede y debe intervenir en estos ámbitos es mediante la información y
educación a las mujeres, jamás imponiéndoles algo sobre su propio cuerpo. El
foro fue moderado por la Psicóloga Judith Cabrera de la Rocha de la Universidad
Autónoma de Baja California. Las fotografías fueron realizadas por Francia
Rosas, Guía Montessori y Fotógrafa.
Sin duda este primer
acercamiento sobre el tema inicia un diálogo entre las mujeres que toman
consciencia sobre su cuerpo y su maternidad y es el inicio de una labor en pro
del parto digno y respetado.
SEMANA MUNDIAL DEL PARTO RESPETADO
Del 19 al 25 de mayo se
celebró internacionalmente la Semana Mundial del Parto Respetado. En mayo de
2014 Crianza Alternativa en conjunto con otras asociaciones, activistas, doulas
y parteras de la región, realizó actividades para promover el parto humanizado
y respetado, las cuales consistieron en talleres, ciclo de cine sobre parto
respetado, pláticas y finalmente la Caminata por un Parto Respetado que se
realizó del Monumento México (las Tijeras) al Palacio Municipal, en la ciudad
de Tijuana, el 20 de marzo de 2014.
¿QUÉ SIGUE?
Primero dar a conocer y
educar lo que es la Violencia Obstétrica, ponerle un nombre a todas estas
prácticas contra las mujeres gestantes y parturientas, para poder poner un
alto. Después trabajar en conjunto desde la sociedad civil para exigir un parto
humanizado y empoderar a la mujer.
A partir de este
momento, Crianza Alternativa inicia una campaña de conscientización sobre la
Violencia O bstétrica e invita a mujeres que han sido víctimas, madres, padres,
médicos y personal que haya presenciado casos de Violencia Obstétrica, a compartir
sus historias a través de nuestro blog (les invitamos a enviarnos su historia
al correo crianzaalternativa@gmail.com). Posteriormente daremos a conocer las
bases para nuestra convocatoria de campaña fotográfica sobre violencia
obstétrica.
Además, desde la
realización del foro en 2014, la Red Iberoamericana Pro Derechos Humanos y
Crianza Alternativa trabajan de la mano para presentar e impulsar
una iniciativa de reforma a la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida
Libre de Violencia para el Estado de Baja California, para incluir el concepto
de Violencia Obstétrica entre los tipos y modalidades de violencia contra la
mujer. Cabe mencionar que el día de ayer, 26 de enero de 2015, hemos
recibido con gran entusiasmo la noticia de que el Diputado Gerardo Álvarez haya
presentado una iniciativa con el mismo objetivo. Esperamos
poder unir esfuerzos y que esto se refleje en resultados positivos en el
tema.
El próximo viernes 30 de
enero se dará a conocer dicha campaña en la reunión mensual del Comité Pro
Lactancia de Tijuana, que se reune el último viernes de cada mes en la Facultad
de Medicina de la Universidad Autónoma de Baja California, para visibilizar la
iniciativa y se pedirá el apoyo del mismo para nuestra campaña.
Crianza Alternativa en, la
Red Iberoamericana Pro Derechos Humanos e IMMUJER presentarán la campaña sobre
Violencia Obstétrica y darán a conocer la nueva Iniciativa de Ley, el próximo
martes 20 de Marzo en la Cámara Nacional de Comercio de Tijuana, CANACO,
con la participación y el apoyo de todas las personas y organizaciones que
se involucren en la campaña.
Estos son algunos de los
pasos que pensamos tomar para impulsar la lucha en contra de la Violencia
Obstétrica en específico y de la violencia de género, así como para empoderar a
las mujeres y salvaguardar sus derechos. Todo nuestro público es bienvenido a
aportar ideas y participar en nuestras actividades.
El parto es nuestro y
sabemos parir.
Por: Paulina Olvera Cáñez
Enlaces relacionados:
- Primer Foro sobre Violencia Obstétrica en Tijuana: http://crianza-alternativa.blogspot.mx/2014/03/foro-sobre-violencia-obstetrica.html
- Semana Mundial del Parto Respetado: http://www.comasuspensivos.com.mx/sociedad/parir-es-poder/
- Nota: Piden sancionar Violencia Obstétrica: https://cadenanoticias.mx/nota.php?cont=notas¬a=18398
0 comentarios:
Publicar un comentario